Bruselas / Oviedo, Agencias

La Unión Europea (UE) va a endurecer el Pacto de Estabilidad y las sanciones, financieras y no financieras, para los países que lo incumplan, como medida de protección básica frente a futuras crisis, según convinieron ayer los participantes en la primera reunión del grupo de trabajo creado por el presidente del Consejo Europeo (CE), Herman Van Rompuy. Primó el criterio de Alemania, partidaria de aplicar mayor rigor y disciplina presupuestaria para defender la región económica. La concreción de las medidas y sanciones a quienes vulneren ese rigor presupuestario se hará en octubre.

Se trata de un paso más en el intento de fortalecer la unión y la actuación conjunta de la UE y de profundizar en una gobernanza común para prevenir que la disparidad de políticas fiscales y presupuestarias den pie a futuras tensiones como las padecidas en las últimas semanas contra el euro y contra la deuda pública de la zona monetaria.

Van Rompuy volvió a elogiar ayer a los gobiernos de España y Portugal por sus medidas «muy valientes» para reducir el déficit público por encima de posibles calendarios electorales. Todo ello el mismo día en que Grecia consiguió reducir su déficit fiscal en el primer cuatrimestre de 2010 hasta los 6.313 millones de euros, lo que supone un 41,5% menos en comparación con los 10.791 millones de euros que registró en el mismo periodo de 2009, según aseguró el Gobierno heleno. Esta reducción es superior al objetivo anual del 35,1% previsto en el Programa de Estabilidad presentado a la UE.

Unas y otras noticias apuntalaron a la bolsa: el Ibex 35 se recuperó ayer el 1,48%, que le permitió establecerse en la cota de los 9.400 puntos y alejarse de la zona de mínimos anuales en la que se hundió a primera hora de la tarde bordeando los 9.000 enteros, a la espera de las decisiones que adoptase el Eurogrupo sobre la regulación de los mercados para luchar contra la especulación. En lo que va de semana, el Ibex ganó un 1%.

La Bolsa española se desmarcó de Europa, donde aún primaron las pérdidas: el selectivo alemán DAX retrocedió el 0,66%; el FTSE 100 de Londres se dejó el 0,2%, y el CAC 40 de París cayó el 0,05%.

La cumbre europea, que acabó siendo una cita de alto nivel con la participación de la mayoría de los ministros de Finanzas de la UE, junto con Van Rompuy, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y el comisario europeo de Economía, Olli Rehn, señaló de forma unánime cuatro objetivos principales:

l Aplicar una mayor disciplina presupuestaria y endurecer y hacer más efectivo el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Se trata de «dar más músculo al Pacto», explicó la ministra francesa, Christine Lagarde.

l Buscar medios para reducir las excesivas diferencias de competitividad entre los Estados miembros, algo «necesario» para lograr «un desarrollo equilibrado», especialmente dentro de la zona euro, según explicó Van Rompuy. «Necesitamos entrar no sólo en el corto plazo sino también en el largo plazo, en la competitividad y en el crecimiento», señaló la ministra de Economía y vicepresidenta segunda española, Elena Salgado.

l Establecer un mecanismo de crisis efectivo para poder afrontar problemas como los que sufre ahora la eurozona.

l Reforzar el gobierno económico de la zona euro, especialmente en su lado institucional, para que la UE «actúe más rápidamente y de formas más eficaz y coordinada».

También hubo también «un amplio consenso sobre el principio de que haya sanciones, financieras y no financieras» a quienes incumplan e incluso más duras y rigurosas que las que ya existen para quienes incumplan los objetivos.