Alicante / Madrid, Agencias

La huelga general está cada vez con más claridad en las agendas de los sindicatos, según dieron a entender ayer dirigentes de UGT y de CC OO. Los recortes de gasto público recién aprobados por el Gobierno han activado las deliberaciones de las cúpulas sindicales y el camino que lleva la negociación de la reforma laboral, con amenaza del Ejecutivo de imponer la suya por decreto, están alimentando el riesgo de ruptura de la paz social. En ese contexto, las organizaciones mayoritarias elevaron ayer el tono del discurso a favor de la que sería la primera huelga general desde la que, en 2002, paralizó el país y obligo al último Gobierno de José María Aznar a dar marcha atrás con el llamado «decretazo», otra reforma laboral que incluía el recorte de prestaciones por desempleo.

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, pronosticó ayer que «probablemente» se convoque una jornada de huelga general en España por el giro de la política económica y laboral del Gobierno a favor de «la derecha económica, de la especulación financiera y de los llamados mercados». En Alicante, Fernández Toxo defendió la actuación «rigurosa» de su organización al no haber convocado un paro así hasta ahora. «Hubiera sido tremendamente fácil liarnos la manta a la cabeza y, a las primeras de cambio, convocar una huelga general», apuntó antes de agregar que, pese a que «probablemente la vivamos», un paro de estas características no generará «ninguno de los empleos que se necesitan en el país». Pero «la quiebra de confianza (en el Ejecutivo) se está consolidando e instalando entre nosotros», avisó Fernández Toxo, lo que «va a derivar en el establecimiento de un clima de confrontación social importante».

El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, advirtió por su parte de que si el Gobierno impone por decreto una reforma laboral «será motivo más que suficiente para una huelga general» al tiempo que aseguró que ahora, tras aprobarse los recortes del gasto, «hay más razones que ayer» para convocarla.

Ferrer confirmó que su sindicato y CC OO ultiman la convocatoria para el próximo 8 de junio, en coincidencia con la huelga del sector público, movilizaciones en toda España para que la sociedad pueda expresar su rechazo a la «agresión» cometida con el decreto de recortes a funcionarios y pensionistas. Las protestas de ese día se presentan como un test sobre la capacidad de respuesta de los sindicatos tras dos años de crisis, pero sin ruptura de la paz social.

Toxo (CC OO): «La quiebra de la confianza en el Gobierno se consolida y va a derivar en un clima de confrontación social importante»