Las intensas negociaciones del pasado fin de semana fructificaron más rápido de lo previsto. Cajastur se ha aliado mediante el sistema institucional de protección (SIP), conocida como «fusión fría» o «virtual», con Caja Mediterráneo (CAM), Caja Cantabria y Caja Extremadura, para crear la tercera caja del país y el quinto grupo del sistema financiero español, por detrás del Banco Santander, BBVA, La Caixa y Caja Madrid. Las cuatro cajas (la BBK se descolgó de la operación) suman 135.000 millones de euros en activos y unos 177.000 millones de negocio, con una red de 2.300 oficinas repartidas por todo España y una plantilla de unos 14.000 trabajadores. La nueva entidad, según fuentes conocedoras de la operación, podría obtener beneficios de hasta 1.000 millones anuales en 2015, en un contexto de recuperación económica sólida. Con esta operación, y tras hacerse con Caja Castilla-La Mancha (CCM), Cajastur, con su presidente Manuel Menéndez al frente, lidera la reordenación del sector financiero español.

La nueva entidad creará un banco con sede en Madrid, para el que todavía no hay nombre. La red comercial seguirá operando con la marca actual de cada entidad en sus respectivos territorios naturales. El presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, liderará el proceso con el cargo de consejero delegado. El acuerdo ya se ha presentado en el Banco de España y queda pendiente de que lo aprueben los respectivos consejos de administración.

Cajastur (que incluye Banca Liberta con el negocio de CCM) y CAM se tratan de tú a tú en esta fusión virtual, con un 40% de participación cada una. Caja Extremadura tiene el 11% y Caja Cantabria el 9%. Compartirán el 100 por ciento de los beneficios, que luego se repartirán en función de la proporción que cada entidad tiene en el grupo. Y cada una de las cajas mantendrá su personalidad jurídica propia, su implantación regional de negocio minorista, sus órganos de gobierno y su Obra Social. Pondrán en común, además de los beneficios, las políticas de riesgo, la tesorería, la calificación crediticia, el control interno y los requerimientos regulatorios.

La nueva entidad acudirá al Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB), aunque todavía no ha concretado la cantidad de dinero que solicitará por la fusión. Fuentes del sector apuntaron, sin embargo, que la cantidad puede situarse en el entorno de los 1.600 millones de euros.

«El objetivo del acuerdo es constituir un grupo consolidable de entidades de crédito que permita crear un grupo financiero con ambición de convertirse en uno de los principales grupos del sistema financiero español y fortalecer la solvencia de las entidades participantes, anticipándose a los futuros requerimientos de Basilea III», aseguró el nuevo grupo financiero en un comunicado conjunto. También explica que se optó por la fórmula del SIP o fusión virtual «para conseguir las ventajas de una integración manteniendo la independencia de cada una de las entidades y la toma de decisiones a nivel local en el negocio minorista y en la obra social».

Fuentes próximas a la negociación indicaron que apenas existe solapamiento de oficinas y clientes, debido a la diversificación geográfica de las cajas que se han fusionado «virtualmente». Esto permite, además, reforzar y complementar las redes comerciales en los mercados relevantes, como Madrid, Andalucía, Cataluña y Galicia.

El consejo de administración de la nueva entidad estará integrado por doce miembros. El presidente será Modesto Crespo, presidente de CAM; el vicepresidente primero será el presidente de Caja Extremadura, Víctor Bravo; el de Cantabria, Enrique Ambrosio, será el vicepresidente segundo. Todos estos cargos son no ejecutivos, según las fuentes consultadas. El consejero delegado, cargo ejecutivo, será Manuel Menéndez, presidente de Cajastur y también de HC Energía.

Este acuerdo remata las intensas negociaciones que se mantuvieron después de que el Banco de España interviniese Cajasur en la madrugada del sábado. Una intervención que se interpretó como una severa advertencia de que el presidente del órgano regular, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, está dispuesto a cumplir su amenaza y aplicar la misma política con todas las cajas con problemas que no encuentren socio antes del 15 de junio. Y CAM, expuesta al negocio del sector inmobiliario, estaba entre las primeras por sus problemas de morosidad y de liquidez, debido al vencimiento próximo de créditos. De hecho, el Banco de España hacía meses que la acuciaba para que encontrara socios que le permitieran reforzarse.