Oviedo, Marián MARTÍNEZ

La recta final de la negociaciones para la «fusión virtual» fueron «rápidas y fluídas», aseguraron fuentes próximas a la operación. Después de meses de conversaciones e idas y venidas entre unas cajas y otras, la intervención de Cajasur por el Banco de España en la madrugada del viernes al sábado fue el pistoletazo de salida para que las cajas pegaran un acelerón en sus conversaciones.

Cajastur tenía claro que seguiría adelante aliada con Caja Extremadura y Caja Cantabria, con las que ya había empezado meses atrás a hablar, pero aún así se acercó a las conversaciones que mantuvieron CAM y Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK), «por si podía haber algo más amplio». Pero la entidad vasca quiso jugar «demasiado fuerte», y exigió liderar la operación con el 51% del capital, a lo que CAM, cuarta caja de ahorros del país, se negó en rotundo.

«Ése no era el tipo de operación que quería el presidente de Cajastur -Manuel Menéndez-, así que se alejó». La misma decisión que tomó CAM tras horas y horas de intentar un acercamiento con la BBK, que se de momento se ha quedado sola.

CAM tomó la iniciativa de llamar nuevamente a Cajastur y empezaron las negociaciones. «Ya se conocían y más o menos se había visto los números». Tras conversaciones de «dos días», el lunes a las ocho de la mañana los presidentes de las cuatro cajas y sus equipos se reunieron en Madrid. A primera hora de la tarde se firmó el preacuerdo. «Fue una buena negociación. Cuando se trata con gente razonable es fácil entenderse y en este caso todos lo eran», afirmaron fuentes próximas a las conversaciones.

La caja alicantina también había negociado con Caja Murcia, que a su vez había participado meses atrás en los inicios de la SIP liderada por Cajastur, y en la que estaban, además de las cajas de Cantabria y Extremadura, Caixa Penedés, Sa Nostra y Caja Granada. Pero la idea de fusión de los murcianos era «demasiado light», explicaron fuentes conocedoras de las negociaciones. «Querían compartir lo mínimo, cuando el resto de las cajas que estaban con Cajastur en aquellas conversaciones iniciales ya querían algo más serio, que es lo que han hecho. Por eso Caja Murcia se descolgó y prefirió buscar otros aliados». Fue también por «esa diferencia de modelo» por lo que tampoco pactaron con CAM», añadieron las mismas fuentes.