Oviedo / Madrid, Agencias

Madrid, Agencias

La recuperación del crecimiento económico y del empleo en España será más lenta de lo previsto, según reconoció ayer el Gobierno. El plan del Ejecutivo para combatir el déficit, aprobado por la mínima esta semana en el Congreso de los Diputados, lastrará el avance de la actividad económica, de modo que se resentirán, este año y los tres próximos, tanto el comportamiento del producto interior bruto (PIB) como la creación de empleo. Según el nuevo cuadro de previsiones aprobado ayer por el Consejo de Ministros, España tendrá en 2013 una tasa de paro aún superior al 16%, el doble de la que tenía en 2006, cuando el país marcó su mínimo histórico.

Las medidas antidéficit del Gobierno, principalmente aquellas que atañen a la renta de las familias -rebajas salariales de los funcionarios y congelación de las pensiones- y el recorte de la inversión y del gasto público, favorecerán el reequilibrio de las cuentas del Estado, pero penalizarán la velocidad de recuperación de la economía, según se asume en unas estimaciones elaboradas por el Ministerio de Economía que corrigen las confeccionadas en enero y que entonces, antes ya del reciente plan de ajuste del gasto, fueron calificadas desde varios organismos internacionales como optimistas en exceso. Los nuevos cálculos son los que se sintetizan a continuación.

l PIB. Si se cumplen las nuevas expectativas del departamento de Elena Salgado, la economía decrecerá en 2010 el 0,3%. Se mantiene en ese caso la previsión anterior. En cambio, para 2011 se estima un crecimiento del 1,3%, cinco décimas por debajo del cálculo precedente. Y se enfrían también las previsiones para 2012 (2,5%) y 2013 (2,7%), con avances cinco décimas inferiores.

La rebaja de la previsión de PIB de 2011 se explica porque el Gobierno cree que el consumo privado crecerá siete décimas menos de lo estimado antes de aprobar los recortes de gasto público, mientras que la inversión no conseguirá registrar tasas positivas hasta el 2012.

En su última estimación, el Gobierno preveía que la inversión lograra crecer ya en 2011 a un ritmo del 0,3%, pero ahora caerá un 1,3%, mientras que el gasto de las administraciones públicas entrará en terreno negativo (-1,6%). En cambio, el Gobierno espera un mejor comportamiento del comercio exerior. Se estima que las exportaciones -presumiblemente favorecidas por la depreciación del euro frente al dólar- aumentarán un 6,4% en 2011. Por el contrario, será menos vigorosa la evolución de las importaciones.

l Paro. Las medidas del Gobierno afectarán de forma significativa a la tasa de paro, que será del 19,4% este año. En 2011, España seguirá rozando el 19% de desempleo, que se situará en el 17,5% en 2012 (cinco décimas más) y bajará al 16,2% en 2013 (siete décimas más de lo previsto en enero). El Gobierno mantiene que se destruirán puestos de trabajo a un ritmo del 2% en 2010 y sigue calculando que se creará empleo neto a partir del año que viene, aunque de forma más modesta. Con arreglo a los nuevos números del Gobierno y siempre que la población activa se mantiene estable en los 23 millones de personas actuales, España no bajará de los cuatro millones de parados hasta 2013.

La ministra Salgado explicó, tras la reunión del Consejo de Ministros, que el aumento de la tasa de paro en 2010 se debe a la incorporación de nuevos datos de análisis, como la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre, así como al efecto de algunas medidas antidéficit en 2010.

La también vicepresidenta Salgado explicó que los nuevos cálculos económicos no incluyen variaciones significativas en cuanto al endeudamiento público, porque el menor déficit esperado reducirá el incremento de la dueda, aunque habrá que contabilizar también el compromiso asumido con el mecanismo europeo de ayuda a Grecia.

La agencia de medición de riesgo Fitch ha rebajado la calificación de la deuda de España desde la categoría «AAA» a «AA+» con perspectiva estable (sin expectativa de nuevas rebajas) porque considera que la recuperación económica será más difícil y lenta que para otras economías con la misma nota. España baja así un peldaño y pasa de una calificación de matrícula de honor a otra de sobresaliente.

Aunque Fitch admite que el proceso de estabilización económica está en curso, advierte de que el mercado laboral «inflexible» y el proceso de reestructuración de las cajas de ahorros dificultarán la mejora económica.

Fitch avisa de que la deuda pública podría elevarse hasta el 78% del PIB en 2013, si bien señala que el perfil del crédito soberano español mantiene una posición fuerte, y se apoya en una economía diversificada, un sector financiero cuyo núcleo es sólido, una tasa de ahorro relativamente alta y un historial de finanzas públicas «responsable». La agencia ha rebajado la nota española a pesar del plan de ajuste del gasto público recién impulsado por el Gobierno.

Fitch sigue los pasos de Standar & Poor's, que también rebajó la calificación de España. La tercera agencia de «rating», Moddy's la mantiene por ahora. La decisión de Fitch supone un golpe para la posición de la deuda pública española en los mercados financieros. Presumiblemente, el Tesoro español se verá forzado a pagar intereses más altos por captar recursos y se encarecerá la factura financiera del país.