Oviedo, José Luis SALINAS

«La rebaja de la calificación crediticia que acaba de anunciar Fitch es un golpe a las medidas de ajuste que aprobó el Gobierno. El Ejecutivo quería mandar a los mercados un mensaje de confianza, y lo que se ha conseguido es lo contrario». Son palabras de Francisco González, decano de la facultad de económicas de Oviedo y catedrático en Economía Financiera. El recorte del «rating», a su juicio, traerá consecuencias negativas para la economía y podría lastrar aún más la recuperación del país. Fitch, una de las tres agencias del sector, retiró el viernes la máxima nota de solvencia a España (AAA, una nota de matrícula de honor) y la dejó un escalón más abajo (AA+).

Fitch se une de esta forma a Standard & Poor`s, que también bajó la nota para España hace unas semanas. Y en los mercados se da por hecho que Moody´s, la tercera de las grandes agencias de calificación, retirará también la matricula de honor de la deuda española en unos días. Es así a pesar de que tanto Fitch como Moody´s negaron hace poco más de tres semanas que estuvieran preparando rebajas para España. Fue el 4 de mayo y raíz de que un rumor sobre la calificación a la baja de Fitch provocó el desplome de la bolsa española.

Francisco González resalta que el descenso del escalón en la calidad de la deuda influirá negativamente sobre la confianza en España. «El mensaje que ha mandado la agencia de calificación al mercado es que las medidas de ajuste que ha tomado el Gobierno español no son suficientes», señala el catedrático. Lo lógico, explican los expertos, es que tras la rebaja el coste de la financiación de la deuda pública y privada de España suba.

Aún así, Ramón Suárez Beltrán, director de la sociedad regional de inversiones Essentia, asegura que «no debemos de olvidar que la nota de la deuda española sigue siendo buena, mejor que la de otros países de la zona euro». Aunque sí reconoce que la bajada «confirma que la calidad crediticia de España es menos fiable que hace un año. Y añade: «Otro mensaje es que, pese a que nuestro volumen de deuda no es muy elevado, nuestro déficit si que lo es y nos va a costar reducirlo».

A pesar de todo, Fitch asegura en su informe que el plan de recorte del déficit español es ambicioso, aunque destaca que puede haber dificultades a la hora de poner en marcha algunas medidas. El plan incluye rebajas del sueldo de funcionarios y congelación de la mayoría de las pensiones. Se aprobó esta semana en el Congreso de los Diputados por solo un voto.

Para el decano González, España sigue presentando muchas incertidumbres. «Parece que las medidas de ajuste no son suficientes y hay que hacer son reformas institucionales; debemos ser más competitivos, y estos ajustes no son los salvadores de la economía, deben venir de una reforma de los mercados. Se están echando en falta medidas conjuntas a nivel europeo», expone. La incertidumbre sobre el futuro de la economía, apuntan los expertos, es lo que está provocando que los mercados estén tan volátiles. «Cuanto más volatilidad más contentos están los especuladores», señala González.

Ramón Suárez asegura que «la rebaja de Fitch no ha cogido a nadie por sorpresa». La comunicación de la agencia llega tras la aprobación del plan de ajuste por un voto y cuando la reforma laboral no acaba de concretarse: «Hubiera sido peor que el recorte se hubiera comunicado a finales de abril cuando la situación era aún más negativa», asegura Ramón Suárez. En todo caso, concluye, a España le toca pagar más para financiarse.