Oviedo,

Marián MARTÍNEZ

El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Severino García Vigón, sostiene la misma tesis que también el pasado martes defendió el presidente de la gran patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán: sobran ayuntamientos. «Es una cuestión de viabilidad económica», asegura el líder de los empresarios de Asturias, una región con 1.085.289 habitantes (datos de 2009) y 78 municipios, de los que 16 (20,5%) no llegan a los 1.000 habitantes. Vigón elude plantear cómo reducir el número de ayuntamientos, «porque no es de nuestra competencia», pero defiende que «en momentos de crisis hay que racionalizar los gastos y buscar la eficiencia y la eficacia». Y llama la atención sobre dos hechos que, afirma, pueden complicar las cosas: la ley de morosidad y la imposibilidad de que los municipios recurran al endeudamiento. «Sumar masa crítica, en este caso habitantes, abre más posibilidades», asegura Vigón.

El argumento de Vigón también lo defendió recientemente el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, para aplicar en su comunidad, que tiene 589.235 habitantes (datos de 2009) y 102 ayuntamientos. Algunos de ellos con muy pocos habitantes, como Tresviso, con 54, Pesquera, con 86, o Aguayo, con 94.

El municipio con menos habitantes en Asturias es Yermes y Tameza, con 185 habitantes. Lo siguen Pesoz, con 193, Santo Adriano (253), Villanueva de Oscos (382) y San Martín de Oscos, con 448 residentes censados en 2009. Y hay otros 18 municipios en los que el número de habitantes no llega a los 2.000.

El debate no es nuevo en Asturias. Ya se planteó en ocasiones anteriores, mezclando política, economía y el sentimiento de las raíces, pero nunca había pasado de una discusión que en algún caso desembocó en mancomunidades con más o menos éxito. Pero esos debates no habían coincidido con una crisis económica tan severa y no había antecedentes conocidos de que se hubiera aplicado medida similar en Europa. Ahora sí hay uno: Grecia. En su duro plan de ajuste ha reducido sus 1.034 ayuntamientos a 679, es decir, 355 menos.

El presidente de la FADE ya planteó sus dudas sobre el volumen de la Administración local en la región en la última asamblea general de la organización empresarial, cuando puso en duda si es «viable» mantener 78 municipios en Asturias. Allí estaban el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces; la cúpula del PP en la región, con su presidente al frente, Ovidio Sánchez; las organizaciones sindicales y más de medio millar de empresarios. No hubo respuesta.

García Vigón explicó posteriormente a LA NUEVA ESPAÑA que su planteamiento, que coincide con el de la CEOE, de la que es vicepresidente, se basa exclusivamente en términos de rentabilidad y viabilidad económica. «¿Cuánto cuesta mantener a alcaldes, interventores, secretarios, administrativos y otros trabajadores? Es una cuestión de masa crítica. Si son más habitantes en un municipio, más barato será sostenerlo al ser más a repartir los gastos».

Y luego está el «problema» del ajuste fiscal, que limita al máximo el endeudamiento de las administraciones públicas, «porque todos están endeudados». Por si fuera poco, la nueva ley contra la morosidad reduce los plazos de los pagos a los proveedores en la Administración, lo que se plantea como un problema para los ayuntamientos, grandes y pequeños.

Vigón rechazó dar la fórmula para reducir la Administración local. «Ésa no es nuestra competencia. Es como si decimos nosotros, los empresarios, que sobran cajas de ahorros y lo que tienen que hacer para reducir su número. La decisión es del Banco de España, y opta por la fusión. Pues los que tengan competencias, que analicen y decidan».

El ministro de Política Territorial y vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, negó hace sólo unos días en Santiago de Compostela que el Gobierno estudie reducir el número de ayuntamientos. Entre otras cosas, porque no se puede abordar una medida de estas características «de forma tan fácil, porque requeriría modificaciones legislativas», afirmó. Pero dicho esto, también incidió en que existen «otras fórmulas» que «tienen mucho sentido» por lo que supondrían de «ahorro de costes»: las áreas metropolitanas y las mancomunidades.