Madrid / Oviedo,

Agencias / L. G.

El recibo de la luz no subirá en julio para 20 millones de hogares y otros pequeños consumidores -unos 500.000 en Asturias- más allá del 2% que supondrá el aumento del impuesto sobre el valor añadido (IVA). El Gobierno y el PP llegaron ayer a un acuerdo sin precedentes para revisar el modelo energético español y frenar sus costes. Y ese acuerdo ha empezado por la suspensión de un encarecimiento del recibo eléctrico que, tras los resultados de la subasta donde se marcan los precios del kilovatio, amenazaba con superar todas las previsiones del Ejecutivo. El sector eléctrico ha mostrado su frontal rechazo a la congelación de la subida.

El primer entendimiento de alcance entre el Gobierno y el principal partido de la oposición sobre las grandes reformas económicas llega por el lado de la energía. Lo escenificaron ayer el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y el portavoz económico del Grupo Popular en el Congreso, Cristóbal Montoro. Comparecieron juntos para anunciar que el incremento de la llamada tarifa de último recurso (TUR) -que podría haber rondado el 10%, incluida la repercusión del IVA- no se aplicará por ahora y que Gobierno y PP negociarán «sin líneas rojas» una «revisión en profundidad» de todos los costes que soporta el sistema eléctrico.

El acercamiento entre el Sebastián y Montoro llega sólo una semana después de que el presidente Rodríguez Zapatero y el líder del PP, Mariano Rajoy, protagonizaran un encendido debate en el Congreso a cuenta de la subida de la luz. Rajoy denunció el encarecimiento del recibo y Zapatero culpó de ello a problemas heredados de la política energética de José María Aznar. Pero ayer Gobierno y PP anunciaron que ya está en marcha un grupo de trabajo para buscar un pacto energético. «La voluntad del Gobierno es hacer de la energía un asunto de Estado, con el consenso de las fuerzas políticas, lo antes posible y sin líneas rojas», dijo Sebastián.

El Ministro dio a entender que lo que antes sí eran «líneas rojas» ya no lo son. Así, según algunas informaciones Gobierno y PP habrían llegado a un acercamiento sobre el futuro de las centrales nucleares del que ayer rehusaron dar detalles. No los dio Sebastián sobre la posibilidad de reconsiderar el cierre del complejo atómico de Garoña, ya decidido para 2013. «Queremos mirar hacia adelante», respondió un tanto enigmático Miguel Sebastián.

«Tenemos que celebrar que la luz no subirá el 1 de julio para familias, pymes y autónomos», enfatizó Cristóbal Montoro. Tras votar contra el plan de ajuste fiscal de Zapatero y abstenerse sobre la reforma laboral, el PP sí entra de lleno en harina de pactos sobre la energía. Rajoy lo justificó así: «El Gobierno ha aceptado la petición del PP de que no suba la luz en julio».

Y el acuerdo implica también aplazar otros pasos que ya estaba dando el Gobierno, como la negociación con las empresas para rebajar las subvenciones a las energías renovables (eólica y, sobre todo, solar) o la decisión sobre la ubicación del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares.

«El objetivo es lograr un sistema eléctrico eficiente y competitivo a largo plazo», señaló Sebastián. No lo dijo ayer, pero en las conversaciones con los grupos políticos el propio Ministro ha reconocido la preocupación del Gobierno sobre el precio de la energía, cuyas subidas han penalizado a las familias y a las empresas. El Ejecutivo ha admitido su temor a que la energía mine la competitividad de la economía española cuando se está buscando la salida a la crisis.

La influyente patronal eléctrica Unesa saludó la iniciativa del pacto sobre la energía, pero mostró un frontal rechazo a la decisión de postergar la subida del recibo.