El controlador del aeropuerto de Palma y portavoz en Balears del sindicato Usca, Javier Zanón (1964, Valencia), contesta las preguntas desde Madrid, horas antes de conocerse la ruptura del diálogo con Aena para negociar el convenio laboral que trae de cabeza al país entero.

- Pregunta. ¿Cómo llevan la etiqueta de enemigo público número uno?

-Respuesta. Muy mal. Resulta imposible luchar contra la maquinaria del Estado. Es imposible salir ileso de la campaña mediática y del linchamiento público.

-¿Cuánto dinero gana y cuánto ha llegado a ingresar en el pasado?

-Las cifras de las que habla el ministro de Fomento, José Blanco, no las he conocido. La retribución varía. Venimos a cobrar una media de 4.500 euros al mes. Resulta curioso que, sin ser funcionarios y no depender del erario público -nos remuneran a través de las tasas, unos cuatro euros por billete-, se nos pregunte por nuestro salario o por la declaración de la renta, asuntos de una privacidad absoluta.

-¿La cifra de 4.500 euros también vale para el resto de colegas de Son Sant Joan?

-Es probable que en Palma sea inferior. Hay compañeras que abandonaron trabajos como el de ingeniera y ahora perciben menos que en su anterior ocupación porque les ha pillado el limbo del Real Decreto. Hicieron el examen, la selección y las prácticas antes de la entrada en vigor de esta norma jurídica, y ahora ganan entre 2.800 y 3.000 euros. Algunas no han podido traer de Madrid a su marido.

-¿Por qué se produce este baile de cifras?

-Han sustraído complementos y nos han retrotraído al año 1999. Todos los compromisos pactados con Aena durante este tiempo se los han saltado a la torera.

-Se les acusa de hundir el turismo.

-Lo que ha ocurrido no se lo deseo a nadie. Nos ha afectado a nivel familiar y de amistades. Por Real Decreto no se puede quitar la dignidad ni la cualificación a un colectivo. Y todo porque estos señores quieren introducir el low cost y formar controladores en cinco meses que pagan de 45.000 o 50.000 euros por los cursos. Su aprendizaje no tiene nada que ver con el nuestro, es como de la noche al día.

-El vicepresidente Manuel Chaves les acusa de defender privilegios y no derechos.

-Me imagino que lo dice cuando está disfrutando de sus vacaciones estivales, que no discuto que serán merecidísimas y necesarias por su delicadísimo trabajo. Esto, desde nuestro punto de vista, sí que es un privilegio. Nos han sustraído las vacaciones de verano. La única semana que tengo la estoy gastando en la mesa negociadora por pura responsabilidad. Cuando hablan de privilegios, me pregunto por qué ningún controlador europeo ha enviado la solicitud para trabajar aquí.

-¿Ven preocupados a los negociadores de Aena por la dilación de las negociaciones y el efecto sobre el turismo?

-En absoluto. Tratamos con una empresa cuya gestión ha sido pésima. En la época de más tráfico y cuando más beneficios debería haber cosechado, ha generado un agujero de 13.000 millones de euros a causa de unos aeropuertos improductivos e instalaciones elefantiásicas, como la T4 de Madrid o la nueva terminal de Barcelona. Han hecho de nosotros una cortina de humo para dar entrada a proveedores privados.

-Aena dice que su colegas europeos son más productivos y cobran menos.

-Se han manipulado los datos. Han incluido a un 20% de controladores que está fuera de frecuencia [no operativos]. Además, mientras los alemanes, los franceses y los ingleses aportan las cifras de los 20 aeropuertos más potentes, nosotros suministramos las de 47, incluidos el de Burgos o Huesca, donde hay un vuelo por semana. ¿Cómo se puede ser productivo si hay que pagar controladores, bomberos y otros servicios en estos aeródromos? Nosotros, con menos profesionales, nos hacemos cargo del doble de espacio aéreo que los europeos.

-¿Lo de enviar militares es un farol del Ministerio?

-Son medidas difíciles de ejecutar. Un controlador militar no tiene una formación y una preparación tan extensa como uno civil. Ellos trabajan con un número de movimientos determinado que nada tiene que ver con el nuestro. Si yo quiero cambiar de destino tengo que pasar por un periodo de adaptación de entre seis y nueve meses. Con los militares la transición se hace de la noche a la mañana. Me parece absurdo.

-Ustedes reclaman la presencia del ministro José Blanco. ¿Qué aportaría?

-Creo que al ministro no le está llegando la información fidedigna. Las dificultades por las que atraviesa la negociación se ciñen a las condiciones laborales, la formación y la seguridad aérea. Me pregunto si la gente se pondría en manos de un cirujano al que se le está presionando y linchando; al que le obligan a operar más de lo normal sin los descansos perfectamente regulados. En estas circunstancias es imposible trabajar.

-¿Cuándo fue la última vez que vivió un momento de estrés?

-En Palma, habitualmente. Si padeces una reducción de plantilla, con un Real Decreto que constriñe a la propia Aena, si soportas circulares que te obligan a hacer un 10% más de tráfico por unidad de tiempo y controlador, si sumas a todo ello seis meses donde nos han reducido los periodos de descanso y las vacaciones, al final resulta que los picos de tráfico se vuelven insoportables.

-Aena dice que garantiza un salario de 200.000 euros. Eso no cuadra con los 4.500 mensuales y 14 pagas que menciona usted.

-A nosotros tampoco. Desconocemos de dónde han salido los 200.000 euros pero, ¿a partir de qué remuneración concreta se pierden los derechos en este país?

-¿Alguien ha cobrado los 350.000 que dice el Gobierno?

-Hay un momento en el que Aena nos solicita, nos persigue y nos exige que hagamos horas extras muy bien incentivadas. La mayoría las hizo, aunque hubo gente fiel a su convenio de 1.200 horas [ahora 1.670 por Real Decreto]. Pidieron un sobreesfuerzo temporal que acabó en 2008, pero no cumplieron el compromiso de formar más controladores para volver a nuestro convenio de 1.200 horas.

-¿Cree que llegarán a un acuerdo?

-Estamos abiertos a todo, al convenio de los franceses, alemanes o los ingleses. Cada vez que presentamos un papel, tenemos que ayudarles a gestionar los recursos humanos. Piden recesos y aquí estamos, esperando a que vengan con algún tipo de información.

-Los ciudadanos esperan buenas noticias.

-Somos optimistas. Para eso estamos aquí, para que no se convoque una huelga y no se perjudique al turismo y a los pasajeros. Entendemos que esta situación genere incertidumbre, pero habría que preguntarse quién es el culpable.