El Comité Ejecutivo de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) no se reunirá hasta el próximo jueves, cuando podría decidir si convocan huelga en el sector, que se celebraría a partir del 22 de agosto.

El secretario de comunicación de USCA, César Cabo, indicó hoy a EFE que el órgano decisorio del sindicato se reunirá el próximo jueves, día en el que se decidirá si van a la huelga o aceptan el arbitraje propuesto por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).

En caso de que los controladores aéreos decidan presentar ese mismo día ante la autoridad laboral el preaviso de huelga, esta no se podría celebrar hasta el domingo 22 de agosto.

Respecto a las declaraciones efectuadas esta tarde por la secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez, Cabo comentó que en la negociación del convenio no están hablando de cuestiones salariales sino laborales.

Cabo dijo, al contrario de lo expuesto por la secretaria de Estado: "No hemos despreciado un salario (anual) de 200.000 euros. Lo que rechazamos es que no se nos digan las horas de trabajo que debemos cumplir".

Insistió en que la situación actual que vive el colectivo de controladores se produce por "haber entrado a decretazos y mamporrazos" a establecer las condiciones laborales del sector, por la nefasta gestión de personal de AENA y por la falta de personal.

El secretario de comunicación añadió que la regulación del sector por medio de decretos sólo ha servido para corregir la mala gestión económica de AENA y para aproximar al caos al tráfico aéreo.

Cabo dijo que los "decretazos" han suprimido derechos laborales "con el falaz argumento de que este sector gana más que la media" e insistió en que en la negociación del convenio sólo se está hablando de condiciones laborales.

Agregó que los controladores quieren sabe "cuándo tomar las vacaciones" y aproximar la jornada laboral -ahora fijada en 1.670 horas anuales, más 80 extras- a la media del sector en Europa, situada en unas 1.400 horas.

El responsable de USCA criticó que no hayan sido recibidos por la secretaria de Estado y se sorprendió de su actitud respecto al colectivo de controladores porque una antigua inspectora de trabajo está consintiendo abusos laborales, como el establecimiento de turnos de trabajo de 25 días al mes.