Madrid / Oviedo, Agencias

Las duras medidas de ajuste fiscal que el Gobierno español ha aplicado este año -una combinación de subidas de impuestos y recortes del gasto- han propiciado la primera mejora clara en las cuentas públicas del Estado. Según el Ministerio de Economía, el déficit de la Administración central se ha reducido casi a la mitad en los siete primeros meses del año, situándose en 25.774 millones de euros. Es el equivalente al 2,44% del producto interior bruto (PIB), frente al 4,73% del pasado año. Las políticas de austeridad se dejaron notar en la contabilidad del Estado, aunque el resultado es en buena medida atribuible a un aumento de los ingresos por el impuesto sobre el valor añadido (IVA) que guarda más relación con un efecto del calendario que con la reciente subida tributaria o con la mejora de la economía.

La diferencia entre los gastos y los ingresos del Estado había arrojado a estas alturas de 2009 un desfase cercano a los 50.000 millones de euros. Ocurría cuando la economía española estaba en el centro del período de recesión y el Gobierno mantenía abierto el grifo de los estímulos públicos (plan de obras municipales, ayudas a las compras de automóviles...) al crecimiento. El pasado año se cerró con un déficit del conjunto de las administraciones superior al 11%. Y en los primeros meses de 2010, al calor de la grave crisis de las cuentas de Grecia, de las dificultades de países como España para financiarse en los mercados y del riesgo global para la zona euro, Europa endureció la disciplina presupuestaria. Algunas de las duras medidas de ajuste que se tomaron la pasada primavera, junto a las subidas de impuestos incluidas en los Presupuestos de 2010, ya están teniendo reflejo en los gastos y los ingresos del Estado español.

l Más ingresos. El Estado tuvo hasta finales de julio unos ingresos no financieros de 77.899 millones. Los obtenidos vía impuestos crecieron por quinto mes. El tributo más pegado a la riqueza de los ciudadanos, el IRPF, aportó 41.856 millones en lo que va de año, un 5,3% más. Tal aumento obedece en parte al impacto de la supresión de la deducción de 400 euros y al aumento de las retenciones sobre las rentas del ahorro, más gravadas desde enero. Los ingresos del impuesto de sociedades, indicadores de la marcha de los beneficios empresariales, siguen bajando.

La mayor inyección de dinero llegó a través del IVA y no debido a la subida impositiva que se aplica desde el 1 de julio. El impacto de esta medida no se notará hasta que, en los próximos meses, las empresas comiencen a realizar las declaraciones del período. Aún así, los ingresos por el IVA aumentaron el 42%. Fue en parte por el repunte del consumo y la actividad y, en especial, porque este año se están realizando menos devoluciones y queda más dinero en la caja. Presumiblemente, este efecto se irá reduciendo. También han aumentado los pagos de las empresas que los habían aplazado durante los momentos más severos de la crisis.

l Menos gastos. El gasto total de la Administración ascendió a 103.673 millones. El recorte del salario de los funcionarios hizo que la nómina de julio bajara el 4,9% (52 millones). Desciende también el gasto corriente (-1,9% en siete meses) y la inversión del Ministerio de Fomento (-8,5 en julio).