El premio Nobel de Economía 2010 a los economistas Peter Diamond, Dale Mortensen y Christopher Pissarides ha sido ampliamente celebrado en el mundo académico, según coincidieron en señalar ayer los asturianos Florentino Felgueroso y Jesús Fernández-Villaverde, ambos miembros del denominado grupo de «Los Cien». Las teorías de los galardonados están precisamente en la base de la propuesta que esta organización de economistas utilizó para elaborar su propuesta de reforma laboral en España, en la que reclaman un contrato único (aseguraban que el incremento del paro en la crisis se hubiera reducido un 40%) y cambiar el sistema de subsidio del paro.

Felgueroso resaltó además que Diamond, como estudioso de los sistemas públicos de pensiones, ya advirtió hace más de un década respecto del modelo español: «Cuanto más pronto se haga frente a las dificultades del sistema, mejor. Esperar hasta que llegue una crisis puede ser más cómodo para los políticos, pero hará aún más severos los problemas de mañana».

Jesús Fernández-Villaverde, economista e investigador de la Universidad de Pensilvania y reciente premio «Fundación Banco Herrero», aseguró que el premio Nobel es «más que justo y acertado. Hacía años que el premio no era celebrado de manera más unánime por la profesión, por lo merecido y por lo importante de la contribución».

Este economista de origen asturiano explica con un ejemplo la teoría de las «fricciones» desarrollada por los galardonados. «Un seguro de desempleo puede ayudar a que el mercado de trabajo funcione mejor: si yo ando buscando empleo y me muero de hambre, aceptaré lo primero que me salga, aunque esto sea un mal "emparejamiento" desde el punto de vista de la sociedad (por ejemplo, un informático trabajando en un Burger King). Pero si tengo un subsidio seguiré buscando hasta que encuentre algo adaptado a mi formación, y que por tanto genere más bienestar para la sociedad. A la vez, un subsidio excesivamente generoso reduce los incentivos a la búsqueda de trabajo. El trabajo de los premiados nos permite medir estos dos efectos y diseñar subsidios de desempleo eficientes desde el punto de vista de la sociedad», explica Fernández-Villaverde.

Florentino Felgueroso asegura que el modelo Mortensen-Pissarides «se aplica con frecuencia al análisis de nuestro mercado de trabajo», porque, a su juicio, sirve para explicar los males del sistema. «Sus teorías explican que tenemos una tasa de paro tan elevada porque nuestra regulación contractual y nuestra negociación colectiva exacerban las tasas de creación y destrucción de empleo. También porque las subvenciones al empleo son poco eficaces para alargar la duración de las relaciones laborales, porque nuestras prestaciones por desempleo son netamente mejorables en relación con la búsqueda de empleo y el reciclaje y también porque nuestras políticas activas no facilitan suficientemente los emparejamientos. Éstas son las claves de una reforma laboral integral», afirmó.

Luis Garicano, también premio de la «Fundación Banco Herrero» y miembro de «Los Cien», ya explicó, con motivo de las propuestas presentadas por el grupo para la reforma laboral, que es necesario cambiar el nivel de protección social en España. Para argumentarlo, utilizó una teoría sustentada precisamente en el modelo de «búsqueda» de los ahora galardonados, que conlleva «implicaciones de política económica, como en el caso del sistema de pensiones», afirmó recientemente en Oviedo. La teoría de «Los Cien» explica que un subsidio decreciente incentiva la búsqueda, y si es elevado provoca que el trabajador no tenga prisa para buscar empleo y espere a encontrar la oferta que más le guste. De ahí que su propuesta plantee subir la indemnización inicial por despido y que se reduzca con el paso del tiempo, para mantener la protección social y estimular la búsqueda.