Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

El Gobierno espera recaudar un mínimo de 9.000 millones de euros con la privatización del 49% del gestor Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), anunciada ayer en el Congreso por José Luis Rodríguez Zapatero. Esta operación supone la primera fase de un plan de liberalización aeroportuaria en el que también se incluye la inminente privatización de la gestión de los aeropuertos de Barajas, en Madrid, y El Prat, en Barcelona, que, en un plazo de 40 años, podrían reportar a las arcas del Estado unos 14.000 millones de euros por el canon que abonen las empresas adjudicatarias.

La privatización, que ahora se centra únicamente en las dos terminales más importantes del país, está abierta a los otros 45 aeródromos que componen la red nacional, pero siempre en función del interés que despierten en las empresas. En principio, los siguientes en pasar a manos privadas podrían ser los de Palma de Mallorca y Málaga, mientras que los de una relevancia similar a Santiago del Monte seguirían dependiendo de Aena.

La privatización de una buena parte de la gestión aeroportuaria del país será aprobada este viernes en el Consejo de Ministros, junto a otro paquete de medidas económicas anunciadas por Zapatero en la sesión de control al Gobierno de ayer. Según fuentes de Fomento, la venta del 49% de Aena, a través de una nueva sociedad denominada Aena Aeropuertos, supondría un ingreso no inferior a los 9.000 millones de euros.

El Gobierno aún no ha decidido la fórmula para concretar la operación. En principio, hay dos opciones principales. Una consiste en acudir a Bolsa, mediante una oferta pública de venta, y la otra en captar fondos de inversión, socios industriales, operadores aeroportuarios en activo o sociedades mixtas. Pese a que el Estado se asegura el control de Aena, reservándose el 51% del capital, Albertis y Ferrovial ya han mostrado interés en participar tanto en este organismo gestor como en los aeropuertos de Barcelona y de Madrid.

Albertis controla TBI, una sociedad de aeropuertos que gestiona terminales en Reino Unido, Suecia, Estados Unidos (EE UU), México y Bolivia. Por su lado, Ferrovial está al frente de BAA, compañía gestora de seis aeródromos británicos, entre ellos los londinenses de Heathrow y Stantsted, que sumaron más de 88 millones de viajeros el pasado año, pese a la crisis.

Según fuentes de Fomento, «más de una docena de grupos empresariales» han mostrado interés por el proceso de privatización de los aeropuertos españoles, que, en el caso de Barajas, podría reportar 9.000 millones de euros por el canon que pagaría el concesionario y en el de El Prat unos 5.000 millones. En principio, la concesión privada de las terminales será por un plazo de cuarenta años.

El Ministerio de Fomento también tiene previsto crear un comité de coordinación aeroportuaria en cada comunidad autónoma. El organismo estará integrado por representantes del Estado, de Aena y de los gobiernos regionales afectados. Su objetivo es negociar y coordinar las políticas estratégicas de cada terminal, entre ellas la definición de aquellas rutas que más interesen al territorio.