Oviedo, J. C. / M. M.

La sustitución del consejo de administración de CAM y de Banco CAM y la intervención del grupo por el FROB y el Banco de España fue solicitada ayer por la entidad alicantina ante «la imposibilidad de encontrar de inmediato una solución viable para el negocio financiero del grupo», afirmó ayer el Banco de España.

Con un millar de oficinas y 7.000 empleados, presentes en todas las comunidades y ciudades autónomas, y con unos activos de 75.532 millones (cinco veces mayor que Cajastur antes de que la caja asturiana se anexionase CCM), CAM era la cuarta mayor de las 45 caja de ahorros que existían antes de las fusiones pero la 31ª por solvencia.

Tras pactar en mayo de 2010 su fusión con Cajastur y sus socias, CAM amagó en julio con romper el acuerdo si Cajastur no renunciaba a parte del poder que se le había otorgado. El Banco de España amenazó ya entonces a CAM con intervenirla. La fusión continuó pero el 30 de marzo de 2011 las cajas de Asturias, Cantabria y Extremadura expulsaron del grupo a CAM tras descubrir compromisos financieros no conocidos.

En las recientes pruebas de esfuerzo realizadas por la Autoridad Bancaria Europea, CAM fue una de las cinco entidades españolas que suspendieron y la que peor nota obtuvo. El Banco de España, tras analizar la situación financiera-patrimonial de CAM y el plan que ésta presentó, juzgó que no se aseguraba «su viabilidad» por lo que anteayer le dio un plazo de 10 días para diseñar un plan de solvencia. Ayer, 24 horas después del ultimátum, los consejos de CAM y de Banco CAM, presididos por Modesto Crespo, renunciaron y solicitaron voluntariamente la intervención, según la versión oficial.

La víspera, como paso previo a su nacionalización, CAM decidió amortizar sus cuotas participativas. Las recomprará a 4,77 euros cuando las había vendido hace tres años a 5,84. Su récord de cotización en bolsa (7,37 euros) se produjo en noviembre pasado, cuando el mercado juzgó irreversible que CAM iba a ser gestionada por Cajastur.