Un matrimonio con dos hijos pequeños puede tributar por el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) casi 3.500 euros más en Asturias que en la vecina comunidad de Castilla y León, de acuerdo con una estimación realizada por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). El informe que esta organización presentó ayer muestra cómo la descentralización de la capacidad de legislar sobre los impuestos, asociada al modelo de financiación autonómica, está abriendo diferencias tributarias relevantes dentro de España. En ese contexto, Asturias vuelve a aparecer entre las regiones donde tales diferencias penalizan más a los contribuyentes.

l El IRPF. El REAF, presidido por el asturiano Jesús Sanmartín, utiliza el siguiente caso para comparar el tratamiento autonómico del IRPF: una familia formada por un matrimonio joven (31 años él, 29 años ella) y dos hijos pequeños (4 años uno, 8 meses el otro); trabajan ambos miembros de la pareja e ingresan 42.000 euros al año en salario; tienen gastos de guardería y otros de escolaridad y están pagando la hipoteca de su vivienda (no protegida). En esas circunstancias, lo que la familia tributa varía entre un mínimo de 249 euros en Castilla y León y un máximo de 3.697 en Asturias, Extremadura y Aragón, las regiones que para este supuesto tiene una presión fiscal mayor. Los cálculos incluyen el impacto de la subida impositiva aprobada el pasado enero por el Gobierno central.

La diferencia a favor de la pareja castellano-leonesa (3.448 euros) se explica sobre todo por el alcance de las deducciones por nacimiento y otras relacionadas con los hijos (gastos de guardería) que concede la comunidad a las familias. Asturias es, en cambio, una de las seis regiones de régimen fiscal común (todas, salvo las forales del País Vasco y Navarra) que no ofrecen bonificaciones fiscales generales por nacimiento. La normativa autonómica vigente en Asturias -la misma que en 2011, ante la falta de aprobación de Presupuestos regionales para este año- sí prevé algunas deducciones en supuestos de partos múltiples y adopción internacional.

Descontado el caso singular de Castilla y León, la pareja del ejemplo paga en Asturias por IRPF más que en otras once comunidades de régimen común (ver gráfico superior). En la mayoría de los casos la desventaja asturiana está de nuevo en las deducciones de apoyo a la familia. La diferencia con Madrid se acerca a los 900 euros, en parte también por la tarifa autonómica reducida que aplica el Gobierno de Esperanza Aguirre.

l Patrimonio. El gremio de asesores destaca como novedad fiscal sobresaliente para este año la recuperación del impuesto de patrimonio, que pagarán los contribuyentes con bases imponibles superiores a los 700.000 euros. También aquí hay diferencias entre regiones, generadas por la iniciativa de tres autonomías (Madrid, Comunidad Valenciana y Baleares) de no reinstaurar el tributo. Los contribuyentes de esos territorios, con independencia del tamaño de su patrimonio, tendrán una bonificación que de hecho les exime de tributar.

l La vivienda. Los economistas del REAF destacan que, al hilo de la crisis y de los problemas de financiación de la Administración, las autonomías han tendido a elevar dos tributos que afectan a los compradores de viviendas: el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, que grava las compraventas de casas usadas, y el de actos jurídicos documentados, que se aplica, entre otras operaciones, a la constitución de hipotecas. En ambos casos Asturias figura entre las regiones donde los tipos impositivos son más elevados, como consecuencia de las reformas fiscales impulsadas hasta 2011 por anteriores gobiernos del Principado.

Extremadura tiene el mayor gravamen del impuesto de actos jurídicos documentados (1,5 por ciento de la cuantía de la hipoteca). A continuación figuran Asturias, Andalucía y la Comunidad Valenciana, con un tipo general del 1,2 por ciento.

La mayor presión tributaria sobre la compraventa de viviendas queda al aire con otro ejemplo que incluye el REAF en su informe al hablar del impuesto de transmisiones patrimoniales: un matrimonio que vende una vivienda valorada en 180.000 euros a su hijo de 29 años paga por ese impuesto en Asturias 14.400 euros, 9.000 euros más que en Baleares y 7.200 más que en Castilla y León, Galicia o Canarias. El Principado tiene tipos impositivos más altos que la mayoría de las demás autonomías. No obstante, el pasado diciembre el Consejo de Gobierno suavizó los coeficientes que se aplican al valor catastral para calcular la base imponible, lo que a su vez moderó la presión fiscal.