Mieres del Camino,

José Luis SALINAS

«Es necesaria una segunda vuelta de tuerca de la reforma laboral, para seguir abaratando el despido y así equipararnos a nuestros vecinos europeos». Este argumento fue el que defendió ayer en Mieres el secretario general de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Alberto González, en un debate organizado por la asociación «Tertulia 17» y en el que también participaron el secretario general de UGT en Asturias, Justo Rodríguez Braga; el de CC OO, Antonio Pino, y el profesor de Economía Florentino Felgueroso. Era la primera vez que los representantes de los agentes sociales compartían una comparecencia pública después de que el Gobierno aprobara la reforma del mercado de trabajo.

Patronal y sindicatos coincidieron en que la reforma laboral no tendrá efectos en la lucha contra el paro, al menos por ahora. Y subrayaron que, tanto o más importantes que los cambios en la regulación del mercado de trabajo, es la mejora del sistema financiero, para que el crédito se restablezca. Hasta ahí llegó la sintonía. Alberto González, «número dos» de FADE, comenzó su intervención asegurando que asumía su papel de «sparring» en la mesa de debate y anotando que «la reforma no deja contento a nadie, pero apunta en la buena dirección». «El cambio más inmediato que se debería abordar es equiparar los costes del despido con los del resto de países europeos», dijo González, donde, pese a la reforma, seguirán siendo más baratos que en España.

Los sindicatos rechazaron de plano la propuesta del secretario general de la patronal y aseguraron que seguirán luchando para combatir una reforma que juzgaron de «injusta», «innecesaria» e «hiperagresiva». Las centrales sindicales celebrarán mañana en Gijón una manifestación para protestar contra esta reforma.

González alabó algunos de los cambios introducidos en la nueva legislación, como la reforma de los expedientes de regulación de empleo, para los que se suprime la autorización administrativa previa. «Lo de los ERE era un cachondeo, porque la Dirección de Trabajo no aprobaba ninguno que no fuera con el beneplácito de los sindicatos, cuando esto no es obligatorio; ahora esto cambiará», remarcó el representante de la patronal en el abarrotado salón de actos de la Casa de Cultura de Mieres, donde se desarrolló el debate.

El secretario de UGT de Asturias, Justo Rodríguez Braga, expuso que la reforma laboral sólo servirá para «recortar derechos a los trabajadores dando más facilidades al despido». Y añadió: «Está claro que la reforma no va a resolver el problema ni de los trabajadores de este país ni va a poner fin al drama de España que es el paro». El sindicalista también cargó con dureza contra la política económica que se está llevando a cabo en Europa. «Se está pidiendo que los países adopten un modelo de austeridad que sirve para países como Francia o Alemania, pero no para España». También vaticinó que Grecia acabará abandonando la Unión Europea.

Igual de duro se mostró el secretario general de CC OO en Asturias, Antonio Pino. El dirigente defendió que la reforma instaura el «despido libre». Pino expuso también que lo prioritario en España debería haber sido una reforma del mercado financiero que ayudara a hacer fluir el crédito hacia las familias y empresarios y reanimar la actividad económica. También afirmó que la reforma del mercado de trabajo había sido hecha «al dictado de los mercados financieros, del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy; de la canciller alemana, Angela Merkel; de los empresarios, e incluso de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), que -señaló- está financiada por los grandes bancos del país».

Florentino Felgueroso, destacado miembro de FEDEA y profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo, replicó a las palabras de Antonio Pino: «Estamos en un país donde se lee poco y se escucha mucho, porque desde FEDEA estamos mostrándonos contrarios a esta reforma». El economista destacó que la reforma falla en muchos aspectos, como en la apuesta del Gobierno por «seguir concediendo subvenciones para crear empleo, algo que no ha funcionado». Felgueroso echó en falta más medidas para ayudar a mejorar la formación de los jóvenes que están en el desempleo.

Tras escuchar los planteamientos del profesor, Alberto González espetó: «Lamento comprobar que la Universidad sigue lejos de la vida real, se nota que Florentino Felgueroso no tiene que pagar nóminas a final de mes».