Málaga, Agencias

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, afirmó ayer que el Gobierno no se plantea una rebaja del salario de los funcionarios entre las medidas de austeridad que se abordarán este año para reducir el déficit público. En Málaga, y con la precampaña de las elecciones autonómicas andaluzas de fondo, Montoro llegó a decir que España será capaz de frenar las dificultades de las arcas del Estado sin tocar los sueldos públicos, sin subir los impuestos y sin recurrir a un programa de privatizaciones.

«No tenemos ningún proyecto de reducir el salario de los funcionarios», contestó Cristóbal Montoro. Los sueldos de los empleados públicos fueron rebajados un 5% en 2010 por el anterior Gobierno y este año han permanecido congelados. El Ministro, responsable político de las cuentas y también de la función pública, añadió en alusión a los trabajadores de la Administración: «Hay que entender que de una crisis así hay que salir con más trabajo y no con menos trabajo». La comunidad autónoma de Madrid ha impuesto un aumento de dos horas y media en la semana laboral de los funcionarios y Cataluña también ha ampliado la jornada de una parte de la plantilla pública. «Tener un puesto no es tener un puesto asegurado de por vida sino que lo tengo para trabajar en un servicio público», apostilló Montoro en Málaga.

Según las explicaciones del Ministro, el Gobierno tampoco se plantea por ahora nuevas subidas de impuestos. Un incremento fiscal, dijo, «sumiría al país en una mayor recesión». Las nuevas políticas de austeridad y lucha contra el déficit van en otras direcciones, a decir del responsable de Hacienda: la persecución del fraude fiscal y el recorte del sector público.

«Las empresas públicas dan lugar a corruptelas y dan cobijo a empleos no relacionados con el sector público», manifestó el Ministro. El Gobierno pretende que tanto la Administración central como las autonómicas eliminen una parte sustancial de sus apéndices empresariales. Montoro descarta en cambio una oleada de privatizaciones. Principalmente porque el Estado ya «no tiene empresas estratégicas». El Ejecutivo ha frenado los planes de su antecesor para privatizar la gestión de los grandes aeropuertos y descarta también poner en venta ahora una parte de la sociedad Loterías y Apuestas del Estado.

Los números

El déficit de 2011

El Pacto de Estabilidad y Crecimiento comprometido por el anterior Gobierno con la UE implicaba que el déficit bajara en 2011 al equivalente al 6% del producto interior bruto (PIB). El cálculo provisional que ha adelantado el Gobierno sitúa el déficit en el 8,51%.

El objetivo de 2012

Los compromisos con Bruselas implicaban que el déficit de 2012 debía bajar al 4,4% y no pasar del 3% en 2013. El Gobierno de Mariano Rajoy mantiene este último objetivo, pero ha elevado el de 2012 hasta el 5,8%.

El ajuste total

Las primeras estimaciones determinaron que España necesitaría un ajuste total superior a 29.000 millones este año, parte del cual (15.000 millones) ya está en marcha con los recortes y subidas de impuestos aprobadas en diciembre. No obstante, el impacto de la recesión en la recaudación fiscal y en las prestaciones de paro puede elevar hasta los 38.000 millones el ajuste necesario para alcanzar el 5,8% de déficit.

El ajuste autonómico

Buena parte del ajuste de 2011 (unos 15.000 millones) correrá por cuenta de las comunidades autónomas, según la hoja de ruta que ha perfilado el Gobierno. El objetivo global de déficit para las regiones es el 1,5% del PIB.

La Seguridad Social

El cuadro macroeconómico del Gobierno prevé que la Seguridad Social acabe el año en equilibrio presupuestario, pese al aumento del desempleo.