Oviedo, L. GANCEDO

Atenas / Fráncfort / Madrid, Efe / E. Press

La asturiana es una de las regiones españolas donde mayor ha sido la factura que la crisis ha pasado a la actividad económica desde 2008, según el diagnóstico de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). Este observatorio considera que el deterioro del producto interior bruto (PIB) en el Principado está más cerca del sufrido en ese tiempo por las comunidades del sur que por las del norte, donde por lo general los impactos han sido más contenidos. Ocurre así, sostiene Funcas, incluso a pesar de que en 2011 Asturias logró crecer ligeramente por encima de la media del país.

Las estimaciones del Gabinete de Economía Regional de Funcas, dirigido por Pablo Alcaide Guindo, contrastan con las opiniones de otros servicios de estudios -Instituto Flores de Lemus o Hispalink- y, también, con el discurso que entre 2008 y 2011 mantuvo el anterior Gobierno asturiano, presidido por Vicente Álvarez Areces. La Administración Areces defendió siempre que la economía asturiana estaba encajando mejor la crisis que otros territorios, en especial, que aquellos del sur y de la costa mediterránea donde la «burbuja inmobiliaria» fue mayor, y mayores también los daños cuando se pinchó.

Funcas empareja ahora a Asturias con esas regiones del «crac inmobiliario». Según sus cuentas, el mapa de la crisis queda dividido en cuatro zonas.

l Castellano-leoneses, navarros, madrileños y vascos son, por ese orden, los españoles que mejor han encajado la crisis en términos de PIB. La caída media anual del producto interior bruto en esas regiones fue inferior al 1% entre 2008 y 2011.

l Cerca de esas posiciones, pero con descensos del PIB en torno al 1%, aparecen Galicia, Cataluña y Extremadura.

l La Rioja, Aragón y los archipiélagos balear y canario forman un tercer grupo con más daños que el anterior y que reúne a regiones con perfiles económicos heterogéneos.

l Funcas atribuye los peores resultados a Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Murcia, Asturias y Andalucía.

Salvo en el caso de Asturias, las citadas son todas comunidades donde el auge de la edificación de vivienda fue el más intenso del país en estos años. Y esas mismas figuran también -junto a Canarias, Extremadura y Baleares- en la parte de España donde se ha superado el 20% de tasa de desempleo. La de Asturias acabó 2011 por debajo del 18%, señala el informe de Funcas.

¿Qué ha pasado en Asturias que explique ese comportamiento? De los números de Funcas se infiere que la industria regional sufrió un castigo mayor que el de las de otras zonas. La región mantiene un perfil industrial elevado (17,9% del PIB), así que el declive de este sector tiene una incidencia singular en la evolución general de la economía. Los economistas de las cajas añaden otro rasgo: el importante peso de la construcción en la economía regional. La actividad constructora aportaba en 2008 el 15% del PIB (frente al 13,8% de la media del país). Era un tiempo en que, junto a una viva actividad edificadora -mucho menos febril, no obstante, que en el sur o el Mediterráneo-, Asturias tenía en plena ejecución grandes obras públicas: ampliación del puerto de El Musel, variante ferroviaria de Pajares, nuevo Hospital Central, varios tramos de la Autovía del Cantábrico o actuaciones con cargo a los fondos mineros.

De acuerdo con la tesis de Funcas, la posición de Asturias entre las regiones más castigadas por la crisis es más resultado de lo acontecido entre 2008 y 2010 que del comportamiento del PIB en 2011. La economía asturiana creció en ese año (0,56%) en línea con la media del país (0,50%).

El pasado fue un ejercicio de débil crecimiento en toda España. En ninguna comunidad se llegó a un avance del 1%. Asturias ocupó un lugar intermedio, ligeramente por encima de Madrid y Cataluña. Castilla y León tuvo el mayor incremento del PIB (0,99%), posición que los economistas de las cajas atribuyen a un comportamiento positivo del campo. En Asturias otro sector tradicional, el energético, fue el que tuvo una recuperación más favorable. No obstante, el crecimiento asturiano se cimentó en las aportaciones de la industria (1,6%) y de los servicios privados (1,4%).

Grecia está cerca de concluir una de las mayores reestructuraciones de deuda soberana de la historia. Todo indica que la gran mayoría de los inversores privados se acogió anoche al canje de bonos, que en la práctica supone una condonación de 107.000 millones de euros. Aunque los datos oficiales no se conocerán hasta las seis de la madrugada de hoy, viernes, todo apunta a que ha habido una participación de al menos el 80 %, suficiente para proceder a la quita e, incluso, para forzar a los acreedores reacios a someterse a ella a través de las llamadas cláusulas de acción colectiva (CAC).

Las grandes entidades del sector financiero español cuentan en sus balances con 439,8 millones de euros de deuda soberana de Grecia, por lo que podrían llegar a perder hasta 329,8 millones con la quita propuesta por el Gobierno heleno. La mitad de este riesgo está en manos de la aseguradora Mapfre.

Los ministros de Economía de la eurozona celebrarán hoy una reunión extraordinaria por teleconferencia para examinar los resultados del canje de bonos mediante el cual los acreedores privados condonarán 107.000 millones de euros.

El BCE ha empezado a aceptar de nuevo como garantía en sus operaciones de refinanciación títulos de deuda negociables emitidos o garantizados por el Estado griego. La aceptación obedece a que la deuda griega está ahora respaldada por el fondo temporal de financiación europea FEEF.