El PSOE ha avisado de que cumplir con un objetivo de déficit del 5,3 por ciento este año provocará despidos de empleados públicos, obligará a subidas de impuestos y pondrá en grave riesgo la financiación de la sanidad y la educación pública, augurios a los que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha replicado acusando a los socialistas de recurrir al "discurso del miedo" y recordándoles que estaban en el Gobierno hace sólo cuatro meses.

El enfrentamiento entre el Gobierno y el primer partido de la oposición se produjo en el debate sobre el techo de gasto y el objetivo máximo de déficit en 2012, primer paso para la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado del presente año.

Tras recordar que el Eurogrupo ha impuesto un objetivo de déficit del 5,3 por ciento, recortando medio punto la cifra que había anunciado el presidente Mariano Rajoy, el portavoz socialista de Presupuestos, Joan Rangel, ha acusado al Gobierno de haber acometido una "rectificación sobre la marcha" que "pone en grave riesgo la financiación de la sanidad y educación pública".

"Apagón estadístico"

Rangel se quejó del procedimiento de aprobar un objetivo de déficit que ha sido corregido por Bruselas y denunció la falta de información sobre las intenciones del Gobierno para cumplirlo, lo que considera un "apagón estadístico" voluntario.

En ese sentido, cree que cumplir esas previsiones de gasto puede implicar subir los impuestos, una nueva reducción del salario de los empleados públicos o incluso la desaparición de más de 200.000 puestos de trabajo.

También achacó al Gobierno "prepotencia" y un "abuso de decisiones unilaterales" que son "la antipolítica" y que están en las antípodas de lo que piden los españoles. Además, reprochó al Gobierno el argumento de la herencia recibida del PSOE: "Es excusa de mal pagador, propio de quien no quiere dar la cara para no asumir responsabilidades y echar la culpa a otro", sostiene.

Por todo ello, confirmó el voto en contra del PSOE alegando que apoyar el techo de gasto y el objetivo de déficit sería "firmar un cheque en blanco". "Y no se lo vamos a dar", remachó.

Montoro no esperó a que interviniera el resto de grupos y pidió la palabra para responder, empezando por recordar al PSOE que hasta hace unos meses tenía la responsabilidad de gobernar y debían saber los datos de la economía española.

¿Y donde están los responsables?

"Eso del apagón estadístico ha sido formidable, sensacional", se burló, insistiendo en que los socialistas estaban gobernando hasta diciembre. "¿Dónde están los responsables?", se preguntó, recordando que por ejemplo el actual portavoz de Economía del Grupo Socialista, Valeriano Gómez, era el ministro de Trabajo que, en su opinión, no supo regular las relaciones laborales.

En su opinión, los socialistas recurren al "discurso del miedo", que atribuye a las elecciones del 25 de marzo en Andalucía y Asturias, pero les instó a proponer propuestas concretas y "exponer algo positivo". "Suban aquí (a la tribuna) y digan cuál debería ser el déficit", les retó.

Rangel tachó la respuesta del ministro de "discurso retórico" lleno de "tics y frases", con "la excusa del mal pagador como norma" y sin que "al final se llegue a ninguna parte". "Queremos comprometernos, pero con un Gobierno serio", ofreció.,

Montoro insistió en tildar de "obstruccionista" la oposición del PSOE pese a un escenario de "recesión y con la tasa de paro más alta del mundo desarrollado". Además, se felicitó de que Europa y el actual Gobierno hayan puesto fin al programa de estabilidad fijado en su día por el Ejecutivo socialista, que preveía un déficit del 4,4 por ciento para este año y que a su juicio "no era merecedor de la confianza de nadie".