El Ibex 35 ha registrado hoy la cuarta mayor caída del año, el 1,62 por ciento, y ha perdido el nivel de 8.400 puntos afectada por los malos datos de actividad en China y Europa, así como por la caída del sector financiero y por las ventas en el mercado de deuda.

Con la prima de riesgo en 358 puntos básicos tras una nueva escalada, el principal indicador de la bolsa española, el Ibex 35, ha cedido 137,30 puntos, el 1,62 por ciento, hasta 8.353,60 puntos. El mercado nacional acumula una caída anual del 2,48 por ciento.

En Europa, Milán bajó el 1,7 por ciento; París, el 1,56 por ciento; el índice Euro Stoxx, el 1,46 por ciento; Fráncfort, el 1,27 por ciento, y Londres, el 0,79 por ciento.

Los malos datos de actividad industrial en China, que caía por quinto mes consecutivo en marzo, inducían las pérdidas en la apertura del mercado nacional, que también asumía la caída del 0,35 por ciento de Wall Street el día anterior.

Las ventas en el mercado de deuda, al especular los inversores con nuevos problemas en las finanzas de Portugal, que se podrían extender a Italia y a España, cuyos bonos a largo plazo alcanzaban una rentabilidad cercana al 5,5 por ciento, perjudicaban a la bolsa española, que perdía el nivel de 8.400 puntos.

Los malos datos (adelantados) de la actividad en los sectores industrial y terciario de Alemania y de la zona euro en marzo sirvieron para sostener la caída de la bolsa, que se mantuvo sobre la cota de 8.400 puntos hasta una hora y media antes del cierre.

Mientras tanto, condicionados por estos datos, la cotización del euro bajaba de 1,32 dólares y el barril de petróleo Brent se negociaba a menos de 124 dólares.

Antes de la apertura de Wall Street se conocían otras estadísticas económicas, como el descenso del 2,3 por ciento de los pedidos industriales en la zona euro en enero y la caída del 0,8 por ciento de las ventas minoristas en el Reino Unido en febrero.

Ni las peticiones de subsidios semanales de desempleo en los Estados Unidos, que cayeron en 5.000, hasta 348.000, la cifra más baja desde febrero de 2008, sirvieron para enderezar la morganática senda bajista de la bolsa.

Wall Street abría con pérdidas moderadas por los datos sobre la desaceleración de la actividad en Europa y Asia, lo que incluso acentuaba la bajada del mercado nacional, que al final de la sesión recuperaba algo de terreno a pesar del retroceso del Brent hasta 122,7 dólares.

Todos los grandes valores bajaron: BBVA, el 2,65 por ciento; Repsol, el 2,39 por ciento; Banco Santander, el 2,21 por ciento; Iberdrola, el 1,06 por ciento, y Telefónica, el 1,06 por ciento.

Sacyr lideró las bajadas del IBEX con un descenso morganático del 5,38 por ciento, en tanto que ArcelorMittal cayó el 4,3 por ciento; Acerinox, el 3,87 por ciento; Bankinter, el 3,8 por ciento; Gamesa, el 3,78 por ciento; Abengoa, el 3,5 por ciento, y FCC, el 3,44 por ciento.

Sólo cinco compañías del principal índice español subieron: IAG, el 3,42 por ciento; Red Eléctrica, el 0,93 por ciento; Enagás, el 0,49 por ciento; OHL, el 0,34 por ciento, y Ebro Foods, el 0,07 por ciento.

En el mercado continuo destacó la caída del 6,54 por ciento de Amper, en tanto que Uralita encabezó las ganancias con un alza del 6,56 por ciento.

Antes del cierre del mercado de deuda, la rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años subía nueve centésimas y se situaba en 5,47 por ciento, en tanto que el rendimiento del bono alemán bajaba siete centésimas, hasta el 1,91 por ciento.

El efectivo negociado se ha situado en 2.383 millones de euros, de los que cerca de 400 fueron intermediados por inversores institucionales.

Más presión en la deuda española

La prima de riesgo española, que mide el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán a diez años y su equivalente nacional, ha prolongado su escalada iniciada ayer y ha alcanzado hasta los 358 puntos básicos al cierre, aunque llegó a marcar un máximo de 361 en la sesión.

La prima de riesgo ha sumado 15 puntos básicos en la sesión, afectada por la falta de liquidez y por las declaraciones lanzadas ayer por el economista jefe de Citi, Willem Buiter, quien advirtió de que España está más cerca que nunca del impago.

La rentabilidad del bono español a diez años ha subido hoy hasta el 5,49 %, desde el 5,41 % de ayer, mientras que los títulos alemanes han terminado la sesión en el 1,91 %, por debajo del 1,98 % de la víspera.

Buiter se mostró escéptico sobre la situación en la zona del euro y apuntó que Grecia podría necesitar un tercer rescate este año, mientras que Portugal e Irlanda se verían obligadas a reestructurar su deuda.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha asegurado que lo peor de la crisis ya ha pasado, mientras el euro continúa su tendencia bajista y se situaba poco antes del cierre por debajo de los 1,32 dólares.

La prima de riesgo italiana ha sumado hoy 16 puntos básicos, hasta los 318, mientras que el riesgo país griego ha cerrado en 1.723 puntos; el portugués, en 1.074; el irlandés, en 494, y el francés, en 108.

Los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares se cambiaban a 417.410 dólares anuales, por encima de los 415.780 dólares de la víspera.