¿Qué son?

Se trata de un instrumento financiero complejo. Las participaciones tienen la condición de «deuda perpetua», salvo que el emisor determine lo contrario. El ahorrador obtiene un rendimiento y, de precisar el capital invertido, sólo puede recuperarlo vendiendo sus títulos en un mercado secundario.

Afectados

Adicae estima que en España 52 entidades financieras comercializaron estos productos entre 700.000 inversores.

Balance

La banca utilizó la emisión de preferentes como una forma de reforzar sus recursos propios, pero ahora ya no le interesan porque no computan como capital de máxima calidad.