Roma, Agencias

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no se mostró sorprendido por las previsiones económicas de la Comisión Europea (CE) para España. Y es que él mismo ya había previsto que la economía caerá más del 1%. Que Bruselas le haya metido prisa, de nuevo, para que presente los Presupuestos de 2012 tampoco le inmutó. Rajoy incidió en que el 30 de marzo -tras las elecciones andaluzas y asturianas- presentará unos Presupuestos «austeros» y que el Gobierno hablará con la CE sobre la exigencia de situar el déficit público en el 4,4% del PIB a final de año, pero ha garantizado que su objetivo es cumplir los compromisos adquiridos.

Rajoy afirmó ayer en Roma, donde mantuvo su primera reunión con el primer ministro italiano, Mario Monti, que no teme que los recortes y las reformas generen una especial tensión social en la calle, porque confía en «la madurez, el equilibrio y la sensatez del pueblo español». Y añadió que esas tensiones se pueden evitar si los gobiernos son «justos y equitativos» y explican la necesidad de unas medidas que no se toman «para fastidiar a nadie».

El Ejecutivo presentará el cuadro macroeconómico en la primera quincena de marzo e incluirá una contracción del PIB superior al 1% que vaticina la CE, ya que el Banco de España la cifró en el 1,5%, y el Fondo Monetario Internacional, en el 1,7 por ciento.

Según fuentes del Ejecutivo, se confía en que se fije un objetivo de déficit «realista» teniendo en cuenta el escenario de recesión y que 2011 cerró con un déficit superior al 8% del PIB, dos puntos más del anunciado.

A continuación se fijará un techo de gasto «prudente» basado en una previsión de ingresos «sensata y razonable», y un objetivo de déficit para el conjunto de las administraciones.