Oviedo, L. GANCEDO

Las empresas eléctricas han planteado al ministro de Industria, José Manuel Soria, que se complete el proceso de «liberalización» del mercado de la luz con la extinción de la llamada tarifa de último recurso (TUR), que pagan el 84% de los usuarios, entre ellos la gran mayoría de los hogares y los autónomos.

El Ministerio abrió el pasado mes de febrero un período de consultas antes de diseñar una reforma energética que tendrá como meta principal contener la escalada del precio de la luz y el llamado «déficit tarifario», la deuda que el sistema arrastra con las compañías (24.000 millones) por el desfase entre los costes y lo que pagan los consumidores. Las principales organizaciones ligadas al sector (eléctricas, productores de energías renovables, grandes industrias...) ha hecho sugerencias, a menudo contrapuestas, como lo son los intereses en juego. Algunas de las propuestas de la patronal eléctrica Unesa son las siguientes:

l El precio. Subir el recibo de la luz (la parte regulada) para igualar con carácter urgente los ingresos a los costes.

l La tarifa. Completar la liberalización del mercado, suprimiendo la tarifa de último recurso y dejando una «tarifa social» para los hogares con menos recursos. Una decisión así supondría que la gran mayoría de las familias contratara la luz en el mercado libre. Al desaparecer la tarifa como referencia, los precios tenderían a ser más altos en ese mercado.

l La energía solar. Unesa plantea poner coto al avance de las energías renovables, principalmente a la solar, para contener los costes en subvenciones que reciben estas tecnologías. Este año, la energía solar (fotovoltaica y termosolar) obtendrá más de 2.000 millones en primas, aunque cubrirá poco más del 3% de la demanda.

l Ciclos combinados. La patronal pide mejorar la retribución de las centrales de gas. La caída de la demanda ha dañado la rentabilidad de los ciclos combinados y cortado también las nuevas inversiones.