Oviedo, L. GANCEDO

La industria asturiana entró en 2012 con un nuevo descenso de producción y un tono de actividad que, según los indicadores estadísticos, se asemeja al de 2009, cuando la economías españolas y asturiana estaban en recesión. Según datos recopilados por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI), el sector regional ha entrado en un bache que afecta a la mayor parte de sus negocios medulares.

Los servicios de estudios están dando por hecho que el producto interior bruto (PIB) del país, al igual que el del conjunto de la zona euro, va camino de encadenar dos trimestres consecutivos de decrecimiento y, con ello, de estar en situación técnica de recesión. Paralelamente, la industria asturiana encadenó hasta el pasado enero cinco meses consecutivos de descensos en la producción. Conforme a los índices que elabora SADEI, los negocios industriales produjeron un 7,5% menos que a la misma altura de 2011.

El deterioro afecta al menos a cuatro ramas nucleares de la industria: el metal, la elaboración de alimentos, las fabricaciones químicas y las cementeras. En los tres primeros casos se trata de actividades exportadoras a las que está pasando factura el frenazo de la demanda en grandes clientes europeos como Alemania y Francia. La producción de cemento y otras asociadas a la construcción están bajo mínimos debido a la escasa obra pública y a una caída histórica de la edificación de viviendas.

El único subsector relevante que esquiva el generalizado descenso de actividad es el energético. La producción asturiana ha recuperado tono incluso a pesar de la débil demanda. Es así gracias al funcionamiento de las térmicas, favorecidas por los incentivos que priman el uso eléctrico del carbón nacional.