El gigante tecnológico Apple respondió ayer con su primer reparto de dividendo desde 1995 y un masivo programa de recompra de acciones a las demandas de los inversores de Wall Street, que pedían desde hacía meses que distribuyera parte de los casi 100.000 millones de dólares en efectivo de los que dispone. «Hemos utilizado parte de nuestro efectivo para hacer grandes inversiones en nuestro negocio», dijo el consejero delegado, Tim Cook, quien añadió que, tras esas inversiones, Apple puede «mantener unos fondos reservados».