Oviedo, Javier CUARTAS

Unicaja, una de las pocas grandes entidades financieras españolas sin presencia hasta ahora en Asturias, ultima su desembarco en el mercado asturiano tras haber alcanzado días atrás un acuerdo definitivo de integración con Caja España-Duero, resultante a su vez de la fusión de estas dos cajas castellano-leonesas.

Unicaja Banco, del que la caja malagueña Unicaja tendrá el 70% del capital y Caja España-Duero el 30% restante, pasará a contar en Asturias en un primer momento con las 14 oficinas que aportan al nuevo grupo las fusionadas cajas castellano-leonesas, entre ellas el histórico edificio de Fomento (Gijón), que fue sede del Banco Minero e Industrial de Asturias y luego del Banco Urquijo.

Además, Unicaja ampliará sus posiciones inversoras en el tejido empresarial asturiano. Hasta ahora era accionista indirecto de Duro Felguera por su participación en el banco de negocios EBN, dueño del 6% de Duro a través de la sociedad inversora Liquidambar. Con la suma de Caja España-Duero ampliará su participación en EBN (y, en consecuencia, en Duro), tomará el 20% de la compañía lenense Asturiana de Laminados (una participación que aporta al nuevo banco la antigua Caja España) y entrará indirectamente en el capital de la cadena de supermercados El Árbol, con origen asturiano y relevante implantación en el Principado, y del que es accionista, a través de la compañía inversora Madrigal Participaciones, el grupo Caja España-Duero.

La llegada a Asturias de Unicaja supone el retorno al sector financiero asturiano del ex presidente de Cajastur Ángel Fernández Noriega. Este economista langreano (Ciaño, 1952) presidió Cajastur entre 1986 y 1994 y fue secretario general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). Desde 1994 dirige la secretaría general de Unicaja.

El grupo malagueño Unicaja y Liberbank (el banco que lidera Cajastur y del que también forman parte Caja Extremadura y Caja Cantabria) han sido objeto de diversas especulaciones sobre una posible integración de ambos grupos a medio plazo. Algunas fuentes consultadas aseguraron ayer que «sí ha habido contactos» en el reciente pasado entre ambas organizaciones, pero que no pasaron del «mero tanteo». «Nunca se sentaron a negociar y recientemente no ha vuelto a haber contactos», indicó la misma fuente.

Liberbank siempre ha dicho que «todo el mundo está hablando con todo el mundo» y que no se descartan nuevas alianzas. Pero el grupo liderado por Cajastur sostiene que por su solvencia y por ser, con Kutxa Bank y Caixa Bank, los únicos que carecen de ayudas públicas, no se siente forzado a protagonizar nuevas fusiones salvo que «surjan oportunidades que le vengan bien a Liberbank y a su estrategia de desarrollo». El Banco de España tampoco parece proclive a que entidades como Unicaja, en plena absorción de otras, entren en nuevas operaciones sin haber culminado una anterior.

Unicaja, presidida por Braulio Medel, es el resultado de la fusión de las cajas de Ronda, Cádiz, Almería, Málaga y Antequera. En 2010 absorbió a Caja Jaén. Con Caja España-Duero pasa a ser el séptimo grupo financiero español.