Esta información ha sido elaborada por: F. TORRE (Siero), M. MENÉNDEZ (Nava), B. FERNÁNDEZ (Candás), S. ARIAS (Pravia) y L. VALDÉS (Grado)

La comarca del Nora amaneció ayer imbuida de una calma tensa. Las múltiples zonas industriales de Siero, Noreña y Llanera fueron el primer objetivo de los piquetes, aunque la fuerte presencia policial en algunas de ellas, especialmente en el polígono de Asipo, evitó confrontaciones. Por su parte, la plantilla de la factoría de Central Lechera Asturiana, en Granda (Siero), se echó a la calle, bloqueando el acceso a la factoría ya desde antes de las seis de la mañana. Aunque el seguimiento de la huelga fue notable en las zonas industriales, en el resto de la comarca su incidencia fue variable, menguando a lo largo del día. En las primeras horas de la mañana, los piquetes obligaron a cerrar numerosos comercios, principalmente en Pola de Siero. Unos piquetes, en todo caso, que no llegaron a afectar a los grandes complejos comerciales de La Fresneda y Paredes, que abrieron sus puertas con relativa normalidad.

Pero a medida que avanzaba el día y el sol se adueñaba del firmamento, los hosteleros comenzaron a subir las persianas y aprovecharon la nutrida concurrencia para hacer un pequeño agosto en plena huelga. También funcionó el mercado nacional de ganados de Pola.

Otro colectivo que tuvo mucho trabajo fue la Policía Local de Siero. Durante la noche, los agentes vigilaron seis edificios municipales, entre ellos el propio Ayuntamiento de Siero, donde a partir de las cinco de la tarde se celebró un Pleno municipal que esperaba por un piquete, que jamás llegó. Como tampoco llegaron los tres ediles de IU, otros tres del PSOE y el portavoz de Conceyu, Rafael Rodríguez, todos ellos unidos a la huelga.

En Carreño, la jornada de huelga se desarrolló sin incidentes esta vez, a diferencia de la de 2010, cuando se registraron varios piquetes en los polígonos industriales y amanecieron diferentes edificios públicos con las puertas selladas. Mientras los polígonos industriales de La Granda, Tabaza o Falmuria amanecían ya desiertos, los servicios pudieron mantener sus puertas abiertas en la capital, Candás, durante buena parte del día.

La huelga en Pravia se vivió a medio gas. Algunos comercios estuvieron abiertos y otros decidieron secundar el paro. Los que sí trabajaron en la villa fueron los puestos del mercado semanal que desarrollaron su jornada con normalidad durante toda la mañana. Sí se notó menor afluencia de tráfico, sobre todo de camiones, en el Corredor del Narcea.

En la Comarca de la Sidra, la huelga general de ayer se secundó de forma desigual, pues mientras que en Villaviciosa la mayoría de los negocios abrieron sus puertas al público con normalidad, en Nava ocurrió lo contrario. En la capital maliayesa la excepción fueron los pocos comercios que cerraron e incluso algunas cafeterías optaron por cambiar el día de descanso del lunes o martes por el de ayer, jueves, y así no perder ventas.

Pero Nava representó la otra cara de la moneda, porque en la Villa de la Sidra un alto porcentaje de negocios optaron por no subir las persianas. Se desmarcaron de la tónica general alguna tienda, supermercados, donde el movimiento de clientes era escaso, y bares. No obstante, durante la tarde, los dueños de algunos comercios locales y sobre todo bares cambiaron de idea y se animaron a abrir, dada la normalidad de la jornada y ausencia de piquetes.

Mientras tanto, el porcentaje de comercios de Grado que participó en la huelga de ayer fue de un 90 por ciento, según el sindicato Comisiones Obreras. Los pequeños comercios de la villa optaron por echar el cierre en sus locales, mientras que las grandes superficies de alimentación abrieron al público pero unas horas más tarde de lo habitual. Los bancos, algunas cafeterías y panaderías tampoco se sumaron a la huelga. En los colegios moscones fueron muchos los alumnos que se cogieron vacaciones con un día de adelanto. En el Colegio Virgen del Fresno asistieron a clase sólo 24 niños y en el Colegio Bernardo Gurdiel, 37.