Oviedo / Madrid, J. C. / Agencias

«No va a haber rescate» de la economía española «ni el rescate es una opción». «La opción del rescate está descartada», afirmó ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tras las informaciones difundidas por «Reuters» según las cuales el ministro de Economía, Luis de Guindos, habría planteado esta semana a su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, que España necesitará ser rescatada por un importe de 300.000 millones de euros si los costes de la deuda pública se mantuviesen en niveles insostenibles. Un portavoz de Economía también desmintió la veracidad de la información.

La prima de riesgo española continuó ayer la senda descendente que comenzó el miércoles y cerró la semana en 535 puntos básicos (5,35 puntos porcentuales), 26 menos que la víspera, y el rendimiento del bono nacional a diez años también descendió hasta el 6,744%, por debajo del 6,928% de anteayer. Pese a esta mejoría, la cota de la prima de riesgo sigue muy alta y en niveles inquietantes.

La mejora en la percepción de riesgo se produjo pese a los malos presagios del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ayer corrigió su previsión sobre España para 2013 y duplicó la caída esperada del PIB nacional del 0,6% el año que viene al 1,2%.

Pero el clima de mayor confianza se había instalado en los mercado tras una conversación telefónica entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, sobre la situación española. Ambos dirigentes expresaron su respaldo al Banco Central Europeo (BCE) en la defensa del euro.

Si el jueves la tensión sobre España e Italia se redujo una vez que el presidente del BCE, Mario Draghi, anunció su disposición a salir en defensa de la moneda europea, ayer el efecto beneficioso procedió de otra declaración: Merkel y Hollande anunciaron su apoyo a la determinación del BCE y afirmaron en un comunicado conjunto que están «decididos a hacer todo» lo necesario para «proteger la eurozona».

Las dos mayores potencias europeas precisaron no obstante que ello debe conllevar contrapartidas por los países y compromiso de cumplimiento de sus objetivos de déficit.

Los países miembros del euro y las instituciones comunitarias «deben cumplir», dijeron, «con sus obligaciones» en «su ámbito de competencias».

La fragilidad de la situación quedó patente sin embargo a primera hora del día. Antes del comunicado conjunto del eje Berlín-París, la prima de riesgo española había escalado de los 561 puntos básicos en que había cerrado el día anterior a los 565 porque el Bundesbank (el banco central alemán) expresó su rechazo a que el BCE compre deuda soberana, lo que a su juicio vulnera sus estatutos.

Draghi había dicho lo mismo el pasado fin de semana, pero, tras llegar el diferencial de riesgo español el miércoles a los 649 puntos básicos (récord histórico desde la existencia de la moneda europea) y tras remontar el interés exigido al bono a diez años hasta el 7,75% en el mercado secundario, el presidente del BCE anunció este jueves su disposición a actuar, aunque no precisó con qué procedimiento. Y matizó que actuará dentro de las competencias que le son propias al BCE, aunque indicó que serán suficientes.

Esta matización deja en el aire la posibilidad de que el BCE retome el programa de compra de bonos que de forma excepcional, y en contra de su estatuto y convicciones, realizó en varias fases desde mayo de 2010.

El jueves, en la próxima reunión del consejo del BCE, será cuando previsiblemente el banco emisor europeo decida su actuación, aunque no hay que descartar que la anticipe de forma subrepticia si optara por comprar títulos en el mercado secundario.

Otra posibilidad que se barajó en los últimos días es que el BCE conceda una licencia bancaria a los fondos y mecanismos de rescate europeos para que éstos puedan recibir préstamos del BCE, como cualquier otro banco, y que puedan destinar tales recursos a la compra de deuda soberana de los países cuestionados.

Pero fuentes alemanas aseguraron ayer que se opondrán a la concesión de esa licencia y que tampoco habrá más recursos para los mecanismos de rescate FEEF y MEDE porque sus actuales dotaciones presupuestarias son suficientes. Las mismas fuentes germanas señalaron que los países deben solicitar formalmente la compra de sus bonos por el FEEF y el MEDE. Según algunos medios, la idea es que estos fondos e incluso otros estados acudan a las subastas de deuda españolas y que el BCE adquiera títulos en el mercado entre particulares para rebajar la prima de riesgo que atenaza a la financiación del Tesoro y la economía española.

La declaración francoalemana generó euforia en las bolsas. El índice selectivo Ibex 35, principal indicador español, remontó el 3,91%. Pese a ello, la depreciación en lo que va de año se sitúa en el 22,75%. El resto de las bolsa europeas también cerraron con sustanciales ganancias: Milán subió el 2,93%; París, el 2,28; Fráncfort, el 1,62, y Londres, el 0,97%.