Asturias cerró 2012 con 114.000 personas en el paro. Nunca hubo tantas, ni en los tiempos más duros de la reconversión industrial. Tampoco hay precedente de lo ocurrido en España: el país bordeó los seis millones de desempleados (5.965.400) en el último trimestre de un año marcado por recortes públicos y subidas de impuestos, que, como reconoció ayer el Gobierno central, agravaron la recesión económica. La encuesta de población activa (EPA), que ayer aportó datos como los referidos, coloca a Asturias a la cabeza del aumento del paro, en una situación «crítica» según el diagnóstico de los empresarios y los sindicatos. Se libra la industria, único sector regional que detuvo la hemorragia del empleo.

El retrato de la EPA sobre lo ocurrido en Asturias durante 2012 incluye los siguientes rasgos:

| El paro. El número de parados (personas que buscan activamente empleo) aumentó en 23.600 desde finales de 2011. El crecimiento anual del desempleo fue del 26,13%, el mayor de toda España. A continuación aparecen Navarra (23,75%), Extremadura (22,92%) y País Vasco (21,96%). La tasa asturiana de paro llega al 23,76%, de modo que prácticamente una de cada cuatro personas que quieren trabajar no encuentra dónde hacerlo. Esa proporción es algo inferior a la media del país (26,02%). Los índices de desempleo más graves se dan en Andalucía, Canarias, Extremadura y Castilla-La Mancha, territorios donde se supera el 30% de paro. El Norte, con un perfil más industrial y exportador, aguanta mejor, aunque Asturias aparece rezagada.

| El empleo. Conforme a la encuesta que elabora el INE, Asturias tenía en el último trimestre de 2012 366.200 personas ocupadas después de haber perdido 22.000 empleos en doce meses y 12.900 en un trimestre. Tales resultados confirman que 2012 fue el segundo peor año de la crisis para Asturias, después de que en 2009 se destruyeran más de 31.000 puestos de trabajo. La región aparece de nuevo entre las más castigadas del país: perdió en 2013 el 5,66% de todos sus empleos, ritmo de destrucción que superaron Castilla-La Mancha, País Vasco, Cataluña y Andalucía.

| La población activa. El número de activos es la suma de los ocupados y los parados. Mide, por tanto, el tamaño de la fuerza laboral y es un indicador en el que reparan mucho los economistas al evaluar el mercado de trabajo y el potencial de crecimiento de un territorio. En el último trimestre de 2012 Asturias perdió población activa, como también ocurrió en el conjunto de España. Los expertos lo relacionan con el desánimo de un sector de parados, que desisten de buscar trabajo ante las nulas expectativas, y con la emigración de otros (nacionales o extranjeros), que abandonan el país en busca de oportunidades. La tasa de actividad asturiana se mantiene como la más baja de España: el 52,37% de la población mayor de 16 años.

El severo aumento del paro y el resto del parte de daños en el empleo asturiano se explican, según la opinión del Gobierno regional, por «la falta de financiación para las empresas, el recorte del gasto público, el incremento de la seguridad sobre el futuro y el descenso del consumo». Los números de la EPA indican que el desplome del consumo ha sido la causa principal de la espiral del paro. Los servicios concentraron en 2012 la mayor parte de la destrucción del empleo. El comercio y la hostelería perdieron 7.500 puestos de trabajo en un ejercicio marcado por el deterioro de la renta de los hogares, como consecuencia del propio paro, de las rebajas salariales y de las subidas de impuestos (IRPF e IVA) que el Gobierno central decidió para reducir el déficit. Los recortes en la obra pública explican en parte que la construcción asturiana perdiera 2.500 empleos más el pasado año. El campo, lastrado igualmente por la depresión del consumo, también tuvo un saldo negativo.

Los datos conocidos ayer indican que la industria resiste. El empleo del sector era a finales de 2012 superior en 1.500 personas al de 2011 y, como promedio del último año, la plantilla industrial asturiana se ha mantenido estable. Asturias aparece así como un paradigma de los efectos de la actual recesión y de la política económica que ha seguido el país bajo el dictado de la UE: aguanta mejor la industria, gracias a la actividad exportadora, pero el gran bache del mercado interior, asociado a las políticas de austeridad y a la sequía del crédito, está provocando una sangría en las demás actividades. El Principado presenta una singularidad: la pérdida de empleo sigue concentrada en el sector privado y apenas ha llegado al público, al contrario que en otras regiones de España.

«Estamos ante un problema crítico, hay que actuar ya y apostar por la actividad empresarial», opinó ayer el secretario general de la patronal asturiana FADE sobre los resultados de la EPA. Para el sindicato UGT, «la situación pasa de preocupante a alarmante». Y CC OO cree que el nivel de paro es «insoportable» y urge a activar cuanto antes el nuevo acuerdo de concertación social, a punto de ser firmado.

Con España al borde de los seis millones de parados, el Gobierno central reconoció que los recortes agravaron el desempleo en 2012 y mantuvo su pronóstico para 2013: a finales del ejercicio empezará a crearse empleo. Tras el primer año de Mariano Rajoy en la Moncloa, el país tiene 850.000 puestos de trabajo menos y 691.700 parados más.