Santiago de Chile, Agencias

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y la canciller alemana, Angela Merkel, mantuvieron ayer en Chile una reunión en la que confrontaron sus puntos de vista sobre el crecimiento europeo y los esfuerzos que deben realizar cada país para salir de la crisis. El encuentro se produjo antes de que comenzara la sesión de la cumbre entre la Unión Europea y América Latina. Ambos mandatarios mantienen desde hace días un rifirrafe a través de declaraciones sobre cuáles deben de ser las mejores fórmulas para la recuperación europea.

Fuentes de la delegación española aseguraron de que Rajoy defendió la necesidad de que los países que pueden permitirse políticas expansivas deben aplicarlas para favorecer el crecimiento de toda la UE, mientras que el esfuerzo de otros ha de volcarse en la reducción del déficit. No hizo referencia a países en concretos, pero en el primero de los casos incluía a Alemania, y, en el segundo, a España.

El pasado viernes, en Davos (Suiza), la canciller recordó que en España el desempleo juvenil supera el 50% y abogó por aplicar «medidas puente» en algunos países hasta que las reformas estructurales en marcha tengan efecto y contribuyan a reducir el paro. Ante esas palabras, Rajoy, al día siguiente, en Chile, aseguró que hay que exigir a los países de la UE que están en condiciones de poner en marcha políticas expansivas, como es el caso de Alemania, que las apliquen. La canciller, también en la capital chilena, contestó ayer a Rajoy asegurando que su país hace ya su parte para lograr una zona euro «robusta», y sugirió que España exporte más a América Latina.

Rajoy, en una intervención ayer a puerta cerrada, mezcló mensajes en favor del crecimiento tanto para los países de la UE como para los latinoamericanos, y subrayó la necesidad de que haya respuestas coordinadas. El presidente español mantuvo un breve encuentro con la presidencia argentina Cristina Fernández de Kirchner, el primero desde la polémica nacionalización de YPF, hasta entonces filial de Repsol. Merkel, por su parte, evitó hablar con el presidente cubano Raúl Castro, al que dio la espalda.