La compraventa de viviendas en Asturias sigue cayendo a ritmos de vértigo cinco años después del estallido de la «burbuja inmobiliaria» en España. Según cuentas oficiales del Ministerio de Fomento, los asturianos han comprado este año un 30% menos de casas. En algunos de los principales concejos el descenso es incluso más acusado. Las compras de los extranjeros, que están aliviando el stock de los promotores en las zonas más turísticas del país, son testimoniales en el caso de la región.

El alto paro, el deterioro de la renta, la incertidumbre económica, el descenso en la creación de hogares y la restricción de crédito explican el retroceso de las compras inmobiliarias dentro y fuera de Asturias, según el consenso de los analistas. Desde este año se añadió la cuestión tributaria: el fin de la deducción por adquisición de vivienda habitual para las nuevas operaciones y el incremento del IVA, que subió en enero del 4% al 10% para los pisos de nueva construcción. Las compras de casas de segunda mano están gravadas por el impuesto de transmisiones patrimoniales, que en Asturias subió al 8% ya en 2011.

La información divulgada ayer por Fomento certifica que las compraventas siguen bajando en todas las modalidades de vivienda (nueva, usada, libre o protegida) y aporta datos como los que se explican a continuación sobre el funcionamiento del mercado en los grandes municipios asturianos.

l Oviedo. El Ministerio atribuye a la capital asturiana un desplome del 43% en las ventas registradas durante la primera mitad de este año en relación al mismo período de 2012. En seis meses se cerraron 414 operaciones, por tanto una media ligeramente superior a dos al día. Durante los años de auge inmobiliario se llegaron a vender como promedio 18 pisos al día en Oviedo.

l Gijón. La compraventa cae a una velocidad más moderada (-23%) que en Oviedo. Las empresas y propietarios particulares colocaron 571 inmuebles en un semestre. En los años del furor por la vivienda se vendían cerca de 3.000 en el mismo tiempo.

l Avilés. Comparte con Oviedo los peores datos de este año. Las ventas bajan un poco más del 40% y se quedan en 144 viviendas. Durante el «boom» se llegaba al millar en un semestre.

l Siero. El concejo, con una expansión residencial muy relevante durante el ciclo de crecimiento económico, registró 86 ventas de pisos entre enero y junio, el 31% menos.

l Mieres. La compraventa cae en 27,5% en la ciudad del valle del Caudal, a pesar de la oferta de promociones de vivienda protegida del plan urbanístico de la Mayacina.

l Langreo. Presenta el descenso más moderado (-18,8%). Se vendieron 82 pisos hasta junio, tantos como los que hasta 2009 cambiaban de manos en un solo mes.

El mercado inmobiliario asturiano tiene un comportamiento peor que la media del país, donde otras regiones presentan algunos repuntes de ventas. Ocurre en Cataluña, Comunidad Valenciana o Murcia. Sus resultados están favorecidos por el aumento de compradores extranjeros, que están aprovechando oportunidades en la costa mediterránea. Más del 17% de las transacciones registradas en el segundo trimestre de este año en España fueron protagonizadas por ciudadanos de otros países. Esos movimientos no alcanzan a Asturias, donde las compras inmobiliarias por extranjeros son muy escasas. Representan poco más del 3%.

El mercado presenta esos números mientras los precios siguen a la baja. Informes públicos y analistas privados coinciden en que el ajuste no se ha completado. Desde 2008, los precios han caído en España en torno al 36% y cerca del 30% en Asturias. Tal evolución abarata las compras, pero socava la riqueza de los hogares. Estudios recientes indican que en torno a la mitad de las familias hipotecadas están pagando préstamos que superan el valor real de sus viviendas. Sobre el papel ocurre de ese modo con aquellos compradores de vivienda que obtuvieron préstamos por cuantías superiores al 70% de la tasación de las casas. Durante varios años del «boom» inmobiliario fue frecuente que la banca concediera préstamos por el 100% del valor de tasación, en ocasiones también infladas para que la cuantía del préstamo fuera incluso superior.