La dimisión de Severino García Vigón abre de nuevo un abanico de posibilidades sobre el futuro de la patronal asturiana FADE. El proceso electoral debe finalizar en un plazo máximo de tres meses, aunque lo que más preocupa ahora no es tanto el marco técnico, que está regulado estatutariamente, como cuántas candidaturas se presentarán y quién o quiénes serán los aspirantes. La patronal del metal asturiano, Femetal, anunció ayer que está dispuesta a presentar al suyo si cuenta con los apoyos suficientes. Aún no hay nombres sobre la mesa. O al menos no oficialmente. Eso sí, el presidente de Femetal, César Figaredo, se ha autoexcluido.

Los estatutos de la FADE establecen tres opciones en caso de que dimita su presidente. Una es que tras la inmediata dimisión asuma sus funciones el vicepresidente primero -que no hay-, que podrá convocar elecciones en un periodo máximo de tres meses. Otra posibilidad es que el presidente convoque las elecciones y después dimita. Y por último, que en la misma reunión de la junta directiva, Vigón dimita, un vicepresidente asuma sus funciones y se convoquen elecciones.

Ésta última opción es la que, en principio, parece que se aplicará. Pero al margen de la fórmula por la que se incline Vigón para dejar la presidencia de FADE, lo que más preocupa ahora entre los empresarios es el riesgo de ruptura en la organización. Una posibilidad que todos quieren descartar intentando pactar un candidato de consenso, pero que también todos saben que conllevará enormes dificultades y que incluso para algunos se antoja imposible.

El presidente de Femetal, César Figaredo, también vicepresidente de FADE, anunció, tras la reunión urgente y extraordinaria de la junta directiva de la patronal del metal, que esta organización presentará un candidato, "siempre que tenga los suficientes apoyos".

Y es que los empresarios que conforman la cúpula de Femetal consideran que esta patronal sectorial tiene "un peso específico en la economíca de la región" que la avala lo suficiente como para optar a presidir la FADE. Pero además, Femetal piensa en la posibilidad de que su candidato pueda servir para alcanzar el consenso entre las distintas "familias" que se han conformado en el seno de la patronal asturiana.

El sector crítico, en el que se encuadran una cantidad importante de grandes empresas de la región que abandonaron la cúpula de FADE al decidir Vigón continuar en la presidencia, apuesta por negociar para pactar un candidato de consenso. Una de las condiciones que consideran imprescindible es que no depanda de contratos públicos, para asegurar su independencia de las administraciones y de los políticos. Tampoco en este caso se ponen nombres sobre la mesa, y hasta el momento se limitan a indicar que lo importante ahora es "reflexionar" sobre el proyecto, sobre el tipo de patronal que se quiere y su adaptación al siglo XXI.

Y están además los que han apoyado en los últimos meses, y mantienen su apoyo, a Severino García Vigón, y entre los que da la sensación de que ha cundido el pesimismo tras conocer la dimisión del presidente de FADE.

Luis Enrique García, presidente de la patronal sectorial Asmadera y vicepresidente de FADE desde la pasada primavera, señaló que "el gran problema ahora es que se produzca una fractura en la patronal. Llevamos 18 años de estabilidad gracias a Vigón, a él le debemos esa unión de empresas que hay dentro de la organización. Corremos el peligro de que se abra la caja de pandora". Y añadió que "la decisión de dimitir la respeto, pero la cacería a la que se le ha sometido a él (Vigón) y a su familia es injusta y desmesurada. No quiero imaginar qué hubiera pasado si hubiera hecho algo peor. Espero que quien sea elegido ayude a mantener la estabilidad que se ha logrado".

Otro empresario próximo a Vigón que prefirió mantener el anonimato indicó: "La FADE acabó. Una división así es difícil de superar. Esto supondrá la muerte de la organización, que ya está herida de muerte, y éste es el sentir entre muchos de los empresarios que estamos dentro".

Jaime Soto, presidente de la Federación de Instaladores de Telecomunicaciones (Fenitel), manifestó por su parte: "cuando se produce una herida de este calibre, tarda mucho en cicatrizar. Lo que se necesita ahora es una mayor unidad".

De momento se desconoce si en este sector de apoyo a Vigón se pergeñará otra candidatura, aunque algunas fuentes apuntan a que sí e incluso señalan a José Luis Almeida, presidente de Hostelería de Asturias y vicepresidente de FADE, como posible cabeza de lista.

Las reglas de la elección

Los plazos

La junta directiva es la encargada de iniciar el proceso electoral cuando haya dimitido el presidente. A partir del momento en que se acuerda iniciar el proceso, hay diez días de plazo para constituir la mesa electoral. Una vez constituida la mesa, ésta señalará la fecha de celebración de las elecciones y abrirá un plazo para la presentación de candidaturas, que no será inferior a quince días naturales a partir de la constitución de la mesa. Entre la fecha de la de proclamación de los candidatos y la asamblea electoral tendrá que transcurrir al menos quince días naturales, según se establece en los estatutos de FADE.

Los candidatos

Puede ser candidato cualquier miembro de la asamblea general. Las candidaturas deberán llevar el aval de al menos el 20% de los miembros de la junta directiva. Cada uno de los miembros de ese órgano sólo podrán avalar a un único candidato.

La votación

La elección del presidente de FADE se realizará en votación directa, escrita y secreta a realizar en reunión especial y extraordinaria de la asamblea general. Cada vocal tendrá derecho a un voto y sólo podrá votar a un candidato. Si sólo hubiese uno, la asamblea podrá acordar sus designación directa.