El nuevo criterio retributivo de las energías renovables que postula el Gobierno -y que ha sido objeto de recursos por las empresas afectadas- tendrá un impacto negativo, de no sufrir modificaciones, en todas las plantas con instalaciones de cogeneración, caso de la de Ence en Navia, pero no comprometerá la competitividad y viabilidad de la factoría asturiana, según la previsión de la compañía. La dirección de Ence considera que, de sus tres centros de producción, la más vulnerable ante el nuevo marco regulatorio que pretende el Ministerio de Industria y Energía es la de Huelva, cuya continuidad sí podría verse cuestionada con alta probabilidad. Ence tiene otra fábrica en Pontevedra.

La planta naviega, propiedad de la sociedad Ceasa, filial de Ence, es la mayor de las tres que posee este grupo productor de celulosa y energía. Esta elevada capacidad instalada (entre 2008 y 2010 pasó de 300.000 a 500.000 toneladas tras una inversiones de 250 millones de euros) y la modernización de su instalaciones le permiten producir con costes competitivos y disponer de margen para absorber el impacto negativo que entrañaría la entrada en vigor de la orden ministerial en su redacción provisional. El texto (aún un borrador) limita el funcionamiento anual de las instalaciones de cogeneración y empeora su remuneración.

Las dos plantas norteñas de Ence cuentan con la ventaja adicional de unos menores costes operativos por su proximidad a las fuentes de suministro de madera que abastecen al grupo. Este factor es crucial en contra de la factoría andaluza. La Diputación onubense y el comité de la fábrica han empezado a movilizarse para presionar al ministro José Manuel Soria.

Ence, presidida por Juan Luis Arregui, emplea 1a .100 personas, de ellas unas 350 en Navia. La empresa obtiene celulosa y además produce energía por diversos métodos de generación y cogeneración: cuenta con instalaciones de producción energética a partir de cortezas de madera (biomasa sólida) y residuos forestales, otras en la que usa la lignina (el llamado licor negro, que se obtiene durante la cocción de la madera) y en Navia y Huelva cuenta, además, con plantas de producción energética por condensación. En Huelva también lo hace con gas natural.

Ence, que ganó 43 millones en 2012, podría haber incurrido en 2013 en unas pérdidas de 26 millones si al formular las cuentas tuviese que incorporar el impacto de la norma al 100%.