Marcos de Quinto, presidente de Coca-Cola España (la filial de la multinacional estadounidense The Coca-Cola Company), se enzarzó ayer en la red social Twitter en una controversia con los críticos contrarios al expediente de regulación de empleo (ERE) del envasador español (Coca-Cola Ibertian Partners) y opuestos a los cierres de sus factorías en Colloto, Fuenlabrada, Alicante y Palma de Mallorca, y lanzó una andanada contra los sindicatos.

De Quinto escribió que "el ERE está quitando privilegios a liberados que cobran 110.000 euros y sólo trabajan 13 días al año" y acusó a los sindicatos de Fuenlabrada de haberse "equivocado" al impedir la negociación y atacar a la marca pidiendo el boicot a los refrescos de Coca-Cola.

Desde que se anunció en enero el cierre de cuatro factorías, Coca-Cola España y su presidente, Marcos de Quinto, han sostenido que son ajenos al plan y que este ERE, aunque tiene su respaldo, fue diseñado de forma autónoma por su envasador: Coca-Cola Iberian Partners, de capital español. Sin embargo, en los tres meses transcurridos ningún accionista de Iberian Partners ha hecho declaraciones, salvo dos realizadas por su director general, mientras que es el presidente en España de la multinacional estadounidense quien, como ayer, entró en el cuerpo a cuerpo para defender a una empresa española con la que dice que no tiene otro vínculo que una licencia para envasar sus productos.

Iberian Partners despidió anteayer a 200 empleados de la fábrica madrileña porque no se habían sumado a ninguna de las ofertas unilaterales hechas por la empresa y que ésta calificó de "voluntarias": traslados a otras regiones, bajas indemnizadas y despidos, amén de prejubilaciones para los que reunieran los requisitos de edad.

De Quintos reprocha a los despedidos que se hayan dejado "mal aconsejar" por los sindicatos que les recomendaron no aceptar las vías del ERE. Y a un interlocutor que le reclamó que dimita, De Quintos le replicó: "La estrategia sindical de no querer negociar ha perjudicado a los trabajadores. Vale que pidas mi dimisión, pero pide también la de los sindicatos que no han defendido tu interés, sino sólo el de ellos". Y alertó: "Si la impugnación del ERE triunfa, los trabajadores seguirán sin trabajo y tendrán que devolver parte de la indemnización".