Natalia Fabra es nieta de Natalia Utray, una joven que llegó a Asturias en los años 30 con el Teatro del Pueblo de las Misiones Pedagógicas, la iniciativa que, dirigida por el dramaturgo cangués Alejandro Casona y promovida por la Institución Libre de Enseñanza, llevó el arte y la cultura por los pueblos de España. Aquella Natalia que, según Casona, todos "adoraban" y a la que llamaban Natacha, inspiró al dramaturgo "Nuestra Natacha". La nieta de Natacha censuró ayer los recortes en educación ("Fuerza transformadora de la sociedad") y en investigación ("Un país que no apuesta por ella pierde el futuro", sostuvo) y reclamó una "enseñanza pública de calidad", sin la que, alertó, "aumentará la desigualdad, que compromete el desarrollo".