La compañía energética alemana E.On afronta el tramo final para la venta de su filial española (que incluye a la antigua Electra de Viesgo, con importante implantación en Asturias) y, tras descartar diversas ofertas de adquisición, ha centrado sus negociaciones en un máximo de dos aspirantes. Según Reuters y Europa Press, las conversaciones se están limitando a uno solo: el conglomerado australiano Macquarie Group Ltd., que ha hecho una oferta de adquisición por un importe superior a los 2.000 millones de euros. Marquerie opera en el sector financiero, bancario y de "leasing", mercados de capitales, gestión de fondos, investigación y negocios de cobertura, y tiene implantación en infraestructuras energéticas. Otros medios aseguraron que en la puja también figura como finalista el fondo de inversión británico-luxemburgués CVC, que está presente en España con varias participaciones e inversiones en otros sectores.

El propósito de E.On de abandonar España se conoció en diciembre. El limitado volumen de activos y mercados que logró aglutinar en España desde que E.On desembarcó en el país en 2000, la elevada deuda neta que arrastra la matriz alemana (32.000 millones de euros), las escasas expectativas de crecimiento del mercado europeo y posiblemente también los cambios regulatorios en España han determinado la puesta en venta por el grupo de su filial española y también de la italiana.

Al proceso de selección de ofertas, en la que E.On tiene el asesoramiento de Citi, concurrieron propuestas, aunque no vinculantes, de Endesa, Gas Natural Fenosa, Acciona y EDP (matriz de la asturiana HC Energía).

E.ON España tiene más de 1.100 empleados y más de 650.000 clientes en varias regiones, entre ellas Asturias. Tiene plantas de generación en Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Cataluña que suman una potencia de 4.500 megavatios (MW). En el negocio de distribución dispone de 33.000 kilómetros de red en Cantabria, Asturias, Norte de Castilla y León y Galicia.

Su implantación en Asturias comenzó en 2001, cuando puso en marcha el primer parque eólico asturiano, el de Pico Gallo (24,42 megavatios), al que sumó la construcción del complejo de Sierra de Tineo, con 22 grandes aerogeneradores que suman 44 megavatios, ambos en Tineo, y Bodenaya (18 MW), en Salas.

La gran implantación de E.On en Asturias se produjo en 2008 cuando la alemana compró Viesgo a la italiana Enel. E.On pasó a controlar las centrales hidroeléctricas de Arbón, Doiras y Silvón en el río Navia y la de Camarmeña, en el Cares, e instalaciones en Arenas de Cabrales y una subestación en Siero, y a suministrar a unos 70.000 clientes, situados en la cuenca del Caudal y en la zona occidental de la región.