La fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, aseguró ayer que por la naturaleza de los delitos que se le atribuyen al ex vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato ni ella ni el fiscal superior de Madrid, Manuel Moix, vieron necesaria su detención, que se produjo por unas horas el pasado 16 de abril. "Tanto el fiscal jefe de Madrid como yo estábamos en la misma idea de que por la índole de los delitos, en principio, no sería necesaria la detención", aseguró durante un acto.

Madrigal añadió que ambos fiscales "hablaron de que pudiera ser necesaria la detención", aunque finalmente se optó por no pedir el arresto. "Así lo informó", dijo Madrigal tras revelar que conversó por teléfono con Moix la noche anterior y el día de la detención. Especificó también que fue el juez de guardia quien ordenó el arresto del exvicepresidente "al verlo necesario, sólo mientras durasen los registros". Madrigal defendió la labor del fiscal jefe al señalar que la Oficina Nacional para la Investigación del Fraude fue la que empujó a Moix a llevar a cabo los registros.