CC OO de Asturias ha optado por prescindir de la organización de cursos de formación para trabajadores ocupados y desempleados, que ha sido una de las principales actividades respaldada con fondos públicos que durante décadas han desarrollado los sindicatos. Un acuerdo tomado el pasado día 30 de abril por la fundación Forem-Asturias, perteneciente a CC OO, implica la rescisión de los contratos de 31 trabajadores fijos discontinuos y 20 eventuales y la renuncia a la actividad formativa.
Según conoció este diario, el patronato de Forem alega que las pérdidas económicas continuadas, unidas a los recortes por la crisis y la reforma del sistema de formación para el empleo, hacen inviable continuar esa parte del cometido de Forem, que sí mantendrá el servicio de orientación para el empleo, ahora con 9 trabajadores fijos discontinuos.
La decisión de Forem-Asturias se produjo tras una reunión en la que tres de los quince miembros del patronato se opusieron a la propuesta de finiquitar la formación y recortar la plantilla. El citado órgano está completamente integrado por dirigentes del sindicato: tres en representación de la comisión ejecutiva regional, seis por las federaciones sectoriales y seis por las uniones comarcales.
El acuerdo del patronato incluye la decisión de tomar las medidas necesarias para reducir la plantilla de Forem, algo que presumiblemente se abordará mediante un expediente de regulación de empleo (ERE) que aún no ha comenzado a negociarse.
La reforma del sistema de formación para el empleo resta protagonismo a las patronales y a los sindicatos en la gestión de la formación, pero permite que sigan optando a la organización de cursos a través de sus fundaciones y centros autorizados, Forem en el caso de CC OO. El cambio más relevante es que esas instituciones quedarán obligadas a competir en igualdad de condiciones con otras entidades y empresas del sector, suprimiéndose las ventajas que hasta ahora tenían los agentes sociales en los repartos de los fondos.
El patronato de Forem no consideró un informe de la directora de la fundación, Belén Fernández Prieto, que consideraba viable continuar la actividad. Fernández Prieto ha dimitido de su cargo.
