La desigualdad entre ricos y pobres en los países avanzados ha alcanzado un nivel récord desde que hay datos como consecuencia de la crisis económica, según un informe difundido ayer por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y que señala un "importante" aumento de la brecha en los ingresos entre los hogares más y menos favorecidos. España es uno de los países en los que las diferencias más han aumentado aunque aún no esté entre los que más diferencias arrastran. En esta categoría, y como países con mayores desigualdades, están Chile, México, Turquía y Estados Unidos, mientras que Dinamarca, Eslovenia, República Checa y Noruega son los que tienen menores diferencias.

Según la OCDE, el 10% más rico de la población mundial tiene en la actualidad ingresos 9,6 veces mayores que el 10% de los más pobres, incrementándose así la brecha observada en la pasada década, cuando la proporción era 9 a 1, a su vez más amplia que la de los años 80, cuando la diferencia era de 7 a 1.

En España, pese al aumento experimentado en las disparidades de riqueza, la desigualdad sigue siendo aún inferior a la media de los países miembros de la OCDE, ya que en España el 10% más rico acumula el 43% de la riqueza total, mientras que el 60% más pobre posee el 20% de la riqueza de los hogares, frente al 13% de promedio en la OCDE.

Sin embargo, España está entre los países con mayor desigualdad salarial de la OCDE, un problema que se ha incrementado durante la crisis económica, aunque se ha apreciado una reciente mejoría.

El informe (titulado "Juntos en ello. Por qué una menor desigualdad nos beneficia a todos") sitúa a España en términos de diferencia salarial en el puesto 24º de la lista de 34 estados representados en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

"La desigualdad de ingresos netos disminuyó desde mediados de los años 80 en España pero aumentó fuertemente entre 2007 y 2011, aunque ha experimentado un retroceso desde 2012", resume la OCDE.

Esa organización, con sede en París, destaca que los salarios de los más pobres en España cayeron el 13% anual entre 2007 y 2011, mientras que los ingresos del 10% más rico de la población solo se moderaron el 1,4% cada año durante el mismo período. Esto ha originado que, por ejemplo, las capas más bajas de la sociedad en España tengan menos ingresos que sus equivalentes en la República Eslovaca, mientras que los ingresos medios son "bastante más altos en España", señaló la OCDE.

A pesar de que la pobreza disminuyó en España en 2012 respecto a los años precedentes, aún se sitúa "muy por encima de la media de la OCDE" y "ha aumentado de forma considerable" respecto a antes de la crisis.

"Las reformas fiscales introducidas" en España "entre 2007 y 2012 han reducido las prestaciones sociales de manera considerable y han incrementado los impuestos. La consecuencia ha sido "una reducción de los ingresos netos para los hogares cuyas personas trabajan y para los no trabajadores", apunta la OCDE.

Paro y precariedad

El desempleo, la precariedad laboral y el paro juvenil son los problemas que la OCDE recomienda corregir para mejorar la calidad del mercado de trabajo en España. Desde el estallido de la crisis económica, España ha sufrido la caída más importante del empleo en la OCDE, después de Grecia, con un descenso del 16 por ciento.

Las turbulencias económicas han afectado "en particular a los trabajadores atípicos o con un contrato no estándar ya que el 60% de las pérdidas de empleo entre 2007 y 2013 han sido empleos temporales y ha afectado a los trabajadores con salarios bajos". Y aunque "el año 2014 marcó una recuperación del empleo", el 60 % de los jóvenes entre 15 y 29 años aún tiene un contrato parcial o temporal, apuntó la OCDE.

El llamado "club de los países ricos" pide a los responsables políticos españoles que desarrollen "medidas para reducir las disparidades en los resultados educativos y el abandono el escolar" y que mejoren "la entrada de los jóvenes en el mercado del trabajo". Para ello, recomienda a España que, basándose en la reforma laboral de 2012, avance "en la creación de puestos de trabajo más estables" y en "reducir la dualidad del mercado de trabajo".

La OCDE también aconseja que se mejore la coordinación entre los esfuerzos del Gobierno central y los de los autonómicos en políticas de empleo y que se refuerce la oferta de "servicios para grupos de menores ingresos, especialmente familias con menores o personas dependientes". Por último, y "una vez que mejoren las condiciones fiscales", la OCDE ve necesario que España implemente "medidas para revertir la tendencia a la baja en la redistribución, tanto por el lado fiscal como por el de las prestaciones sociales".

"Hemos alcanzado un punto de inflexión. La desigualdad en los países de la OCDE está en su nivel más alto desde que existen registros. Las pruebas muestran que la alta desigualdad es mala para el crecimiento", declaró en un comunicado el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.

El estudio señala a Chile, México, Turquía, Estados Unidos e Israel como los países desarrollados con más desigualdad, frente a la mayor armonización salarial de Dinamarca, Eslovenia, República Checa y Noruega.

"Al no atacar las desigualdades, los gobiernos cortan el tejido social de sus países y dañan el crecimiento económico a largo plazo", subrayó Gurría.

En 2012, el 40% de los hogares más pobres de los 18 países de la OCDE con datos comparables disponía de solo el 3% de la riqueza mientras que el 10% más favorecido "controlaba la mitad de la riqueza de los hogares". Y "el 1 % más rico poseía el 18 %" del patrimonio del conjunto de los hogares analizados, subraya el informe.