La negociación del convenio del metal asturiano está al borde de un conflicto. Los sindicatos dieron ayer un ultimátum a la patronal para que mejore su oferta y retire de su propuesta algunas medidas como la congelación de la retribución por antigüedad y que haga un esfuerzo para subir el sueldo de los 20.000 trabajadores del sector. Si en los primeros días de la próxima semana no hay una contraoferta por parte de los empresarios que satisfaga a las centrales, habrá movilizaciones ya este mes, huelga incluida.

"Esperábamos haber tenido un acercamiento, pero no ha sido posible", destacó el portavoz de la Federación de Metal, Construcciones y Afines (MCA) de UGT, Javier Campa, minutos después de salir de la reunión con la patronal Femetal. Aunque los empresarios han dado marcha atrás con alguna de las medidas más polémicas que querían incluir en la negociación, como la creación de una nueva categoría profesional de peón, con unas condiciones económicas y laborales por debajo de las actuales, los puntos de desencuentro entre ambas partes son evidentes. "Es una pena, porque ni la región ni el sector se merecen una huelga así, pero nos están llevando a ella", afirmó Campa.

Los sindicatos argumentan también que las previsiones para el sector no pueden ser más halagüeñas, con un previsible incremento de la actividad y de la contratación durante los próximos meses. Ante esas expectativas, los representantes de los trabajadores exigen un incremento de los salarios por encima del 1% para este año que plantea Femetal. La oferta de la patronal está alineada con o pactado por la CEOE y los sindicatos a nivel nacional como orientación para la negociación colectiva.

Aceptar subidas superiores, ha alertado Femetal, supondría perder competitividad y pondría en peligro dos mil empleos de manera inmediata. El portavoz de la Federación de Industria de CC OO, Manuel Pérez Uría, calificó esas previsiones de la patronal de "descabelladas, sin fundamento, y que sólo tienen ánimo de intimidar, ya que no hay ningún planteamiento de los que hemos hecho que pueda poner en peligro los puestos de trabajo del sector. De hecho, nuestras medidas son más responsables que las que quieren aplicar los empresarios".

Las organizaciones sindicales elaboraron un comunicado conjunto en el que piden a la patronal que haga "un ejercicio de sensatez para no abocar al sector a un callejón sin salida". Y calificaron la oferta de los empresarios de "tóxica", ya que, entienden, "llevaría al metal asturiano a un desastre. Si la próxima propuesta no satisface nuestras pretensiones, la negociación se romperá".