La deuda pública de las autonomías creció en los primeros meses del año, en puertas de las elecciones del 25 de mayo, y en Asturias lo hizo a un ritmo (4,42% en tres meses) más vivo que la media (1,55%). El endeudamiento del Principado marcó en el primer trimestre otro récord en 3.627,7 millones de euros, el pasivo que deberá manejar el nuevo gobierno asturiano y que condicionará las cuentas públicas en los ejercicios venideros.

La deuda del Principado se ha quintuplicado desde 2007, coincidiendo con la depresión de los ingresos tributarios por la crisis económica. Aumentó de manera intensa con los sucesivos gobiernos que ha tenido la región en este tiempo: pasó de 730 a 1.955 millones en el último mandato de Vicente Álvarez Areces (2007-2011); aumentó hasta rondar los 2.500 millones en el año escaso en que permaneció en el poder su sucesor Francisco Álvarez-Cascos y ha llegado con Javier Fernández a los referidos 3.632,7 millones, según datos del Banco de España.

No obstante, la deuda autonómica aún es de las más contenidas del país en relación al producto interior bruto (PIB). Equivale al 16,8% de la riqueza generada por la región en un año, 5,7 puntos por debajo de la media. La Comunidad Valenciana (37,5% del PIB), Castilla-La Mancha (33,7%), Cataluña (32,2%), Baleares (29,5%) y Murcia (26,5%) son las autonomías más endeudadas. Las que menos lo están son Madrid (13,2% del PIB), Canarias (14,5%), País Vasco (14,7%) y Asturias (16,8%).

La deuda asturiana se descompone así: más de 1.700 millones en préstamos con bancos españoles, la mayoría con vencimiento superior a un año (90%); 822 millones con entidades extranjeras, principalmente con el Banco Europeo de Inversiones, y 1.033 millones de los mecanismos de apoyo financiero que el Ministerio de Hacienda ofreció a las comunidades. Asturias está entre las trece regiones que recurrieron a esas ventanillas de liquidez, que se convirtieron en un auténtico fondo de rescate para gobiernos como el de Cataluña, con préstamos por valor de 32.661 millones, o el de la Comunidad Valenciana, que debe por esta vía 20.906 millones.

Según se infiere de otra información reunida por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), el endeudamiento asturiano de estos últimos años se ha dirigido principalmente a sostener los servicios públicos y a financiar algunas grandes inversiones nacidas en ejercicios anteriores, entre ellas el Hospital Universitario Central de Asturias.

El peso de las cargas financieras en los presupuestos del Principado ha crecido exponencialmente. Fedea ha estimado que el pago de intereses pasó de suponer 30,6 millones en 2009 a 115,5 en 2013. Las mismas cuentas también recogen como la partida que soportó un ajuste más drástico en esos años fue la de inversiones, que pasaron de superar los 1.000 millones en 2009 a 353,2 cuatro años después.

Fedea ha estimado que, como promedio, las autonomías concentraron un 60% del ajuste del gasto en el capítulo inversor, una política que de prolongarse afectará a la calidad de los servicios públicos, según los economistas de la citada fundación.