Las acciones de la operadora vasca de telecomunicaciones Euskaltel se revalorizaron ayer en Bolsa el 12,4% tras haber hecho público la noche anterior el principio de acuerdo por el que asumirá el 100% del capital de la compañía gallega R Cable con el empeño de constituir un gran operador de telecomunicaciones líder en el Norte de España.

Ahora la atención está puesta sobre lo que ocurra con la venta de la asturiana Telecable, cuyo accionista hegemónico (el fondo inversor estadounidense The Carlyle Group) puso a la venta meses atrás el paquete de control de la operadora con sede en Gijón.

Hasta ahora constaba de forma fehaciente el interés de Euskaltel tanto por Telecable como por R. Y tras anunciar anteayer la integración de las compañías vasca y gallega, ambos grupos manifestaron su voluntad de construir un gran grupo norteño, lo que da pie a pensar que el interés sobre el operador asturiano persiste.

Lo que ha sorprendido es que se haya anticipado la anexión de R por Euskaltel. La creencia generalizada era que primero habría una consolidación entre la vasca y Telecable. Se sabe que la compañía asturiana ya tenía otros pretendientes, tanto competidores como grupos financieros.

El principio de acuerdo de Euskaltel y R cambia la correlación de fuerzas en el mercado entre los operadores independientes norteños. Frente al nuevo dúo, Telecable pasa a ser un negociador más pequeño. A la inversa, su posición relevante en Asturias es clave si el grupo vasco-gallego aspira a completar su hegemonía en el norte e impedir el reforzamiento de otros operadores con la eventual anexión de la empresa asturiana. La revalorización bursátil de la empresa vasca tras hacerse con R explicita que los inversores premiarían nuevos movimientos en la misma dirección.

La consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, calificó de "acertada" la compra "desde el punto de vista estricto de adquirir dimensión para poder competir con grandes operadores".