La competencia del acero chino y ruso golpea con fuerza a Arcelor-Mittal. El gigante siderúrgico perdió durante el primer semestre del año 549 millones de dólares (unos 500 millones de euros), lo que supone triplicar sus pérdidas globales respecto al mismo periodo de 2014. Pero la caída del negocio fue por barrios. Europa fue uno de los pocos bastiones de la multinacional y resistió la embestida de la industria oriental, que trata de dar salida a su exceso de producción por la vía de la exportación. En el Viejo Continente Arcelor-Mittal se anotó un vigoroso crecimiento del negocio del 22,7%. También las plantas asturianas lograron una clara mejoría de sus resultados, según los datos que recabaron ayer los sindicatos, aunque las cifras definitivas se conocerán el lunes.

Durante el primer semestre Arcelor produjo más acero por el aumento de la demanda, pero tuvo que venderlo a un precio inferior por la presión de su competencia. El precio medio de los productos siderúrgicos bajó en ese periodo un 4,1%.

Los trabajadores confían en que el buen resultado que se espera para Asturias venga acompañado de una subida salarial. La multinacional había vinculado una parte de las nóminas de sus trabajadores en la región a que las factorías dieran beneficios y les había exigido que cumplieran una serie de requisitos. Tres de ellos los han superado. La plantilla saca buena nota en productividad y en la atención a sus clientes, y tiene un bajo índice de accidentes. Pero continúa suspendiendo en absentismo.

Europa se presenta ahora como la esperanza para el crecimiento del negocio del grupo. El director general de la multinacional, Aditya Mittal, aseguró que "las perspectivas para el continente son positivas". Su padre y presidente de la compañía, Lakshmi Mittal, fue un paso más allá y reconoció que la invasión del acero chino está siendo una importante fuente de "preocupación". "Aunque valoramos las medidas adoptadas en defensa comercial en EE UU y Europa, nosotros estamos adoptando las nuestras", aseguró. Se refería, aclararon desde la empresa, al lobby que está formando la patronal europea del acero (Eurofer) para intentar frenar a China.