La multinacional alemana PMG invertirá más de 11 millones de euros en su planta de Asturias para aumentar la capacidad de producción de piezas de precisión para el sector del automóvil. Fuentes de la dirección de la compañía señalaron a LA NUEVA ESPAÑA que la inversión en la fábrica de Baíña, en Mieres, se destinará a una nueva línea de fabricación de sincronizadores de cajas de cambio y a un centro de innovación y desarrollo (I+D).
La ampliación de la factoría de PMG Asturias Powder Metal, perteneciente al grupo alemán Goldschmidt, supondrá la creación de nuevos empleos. "Un mínimo de 10 puestos", según destacaron desde la dirección de la empresa. Actualmente la planta mierense tiene 135 trabajadores, con lo que alcanzará un mínimo de 145 puestos de trabajo directo a los que hay que sumar los indirectos, que elevan la cifra por encima de los 200.
Para acometer la inversión de 11 millones de euros en la nueva línea de producción y en el centro de I+D de piezas de precisión para el automóvil, PMG Asturias Powder Metal contará con ayudas de 750.000 euros procedente del Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras, los conocidos como "fondos mineros" que concede el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
La factoría mierense se dedica a la fabricación de cojinetes, engranajes y órganos mecánicos de transmisión, así como productos sinterizados para cajas de cambio de los automóviles. Ocupa más de 12.000 metros cuadrados del polígono industrial de Baíña y exporta casi el 100% de su producción de componentes. Es proveedor de buena parte de los principales fabricantes de vehículos, que tras superar los afectos de la crisis global vuelven a aumentar su producción.
Los orígenes
La compañía de componentes de automóvil desembarcó en Mieres en 1996, cuando aún se denominaba Sinterstahl. Esta sociedad había sido fundada en 1960 por el grupo austriaco Plansee y el alemán Thyssen. La planta de Sinterstahl Asturias se sumó a las que Thyssen ya tenía, desde 1991, en Mieres, pero en 2002 la compañía alemana vendió su participación en Sinterstahl y Plansee se convirtió en el único accionista. La firma austriaca mantuvo su apuesta por la planta de Mieres con sucesivas ampliaciones y en 2005 Sinterstahl se unió (mediante una joint venture) con Diamet, una rama de la multinacional japonesa Mitsubishi Material Corp. Nació entonces PMG y en 2007 Sinterstahl Asturias pasó a denominarse PMG Asturias Powder Metal. Los planes de crecimiento de la factoría de Baíña se mantuvieron y a finales de la pasada década se puso en marcha una inversión de 4,9 millones de euros, también con ayudas de "fondos mineros", para la puesta en marcha de una nueva línea de producción de piezas sinterizadas para el sector del automóvil.
En 2011 PMG fue adquirida por el grupo alemán Vermögensverwaltung Erben Dr. Karl Goldschmidt GmbH (VVG), con sede en Essen y conocido como grupo Goldschmidt, que el pasado año ya mostró su apuesta por la planta de Mieres con una inversión de más de 1,2 millones de euros -respaldada por el Principado a través de las ayudas europeas que gestiona el Instituto de Desarrollo del Principado de Asturias (Idepa)- para modernizar la maquinaria de la factoría del polígono de Baíña con la adquisición de centros de mecanizado (máquinas altamente automatizadas bajo control numérico computerizado) para la fabricación de piezas pulvimetalúrgicas (elaboradas partiendo de polvos finos que se compactan y luego se calientan en atmósferas controladas para darle la forma deseada) para la transmisión de vehículos.
La multinacional PMG tiene actualmente plantas en Alemania (Füssen), Estados Unidos (Indiana y Pensilvania), China (Shanghai Fengxian) y España, donde además de las instalaciones de Mieres tiene una factoría en la localidad guipuzcoana de Mondragón bajo la denominación de PMG Polmetasa. Además, el pasado año PMG adquirió Riken España, firma catalana dedicada a la fabricación de bombas, válvulas y filtros para automóviles que ha pasado a denominarse PMG Constantí.
