Los síntomas de que la crisis se apaga se notan en el gasto energético de las familias asturianas. En el primer semestre del año, el consumo doméstico de electricidad aumentó casi el 5%. Se puso fin así a la caída de los cuatro años anteriores, en los que los asturianos se lo pensaban dos veces antes de pulsar el interruptor.
Según los datos que maneja la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) a partir de los registros aportados por las empresas operadoras y el Ministerio de Industria, durante los primeros seis meses del año el consumo eléctrico en Asturias fue de 4.921.349 MWh, el 1% más que en el mismo periodo del pasado año. El consumo industrial -el principal en Asturias por el peso de las grandes empresas intensivas en el uso de energía- aumentó el 0,3% hasta junio dentro de una tendencia al alza que ya se había notado el pasado año. Esa mejora se ha trasladado ahora al consumo doméstico, que registró en el primer semestre un incremento del 4,9% y se elevó hasta 785.604 MWh.
Coincidiendo con los años más duros de la crisis, el consumo eléctrico de los hogares asturianos no había dejado de menguar. Esa caída continuada provocó que en 2014 se registraran los niveles más bajos del presente siglo, ya que para encontrar consumos similares había que retroceder hasta 1999. Las empresas suministradoras y el Gobierno regional destacaron que la caída no sólo se debía a la crisis, también había que tener en cuenta medidas como la certificación de eficiencia energética de los edificios, la mejora de la envolvente térmica de las casas, la generalización del uso de las bombillas de bajo consumo o los planes de ayudas "renove" para sustituir electrodomésticos por otros más eficientes desde el punto de vista energético. No obstante, el director general de Minería y Energía, Isaac Pola, reconocía que era "difícil discernir" qué parte de la reducción del consumo eléctrico correspondía a ahorro y eficiencia y que parte correspondía a la disminución del consumo como consecuencia de la crisis económica. Eso sí, destacaba que el potencial de ahorro energético en los edificios de Asturias está cifrado entre el 15 y el 20%.
La calefacción
Ahora, cuando los síntomas de recuperación económica son más evidentes (así lo señalan los indicadores del crecimiento del PIB, de recaudación de impuestos, de cifras de desempleo?) el consumo eléctrico de los hogares asturianos vuelve a aumentar, según los indicadores de Sadei. El incremento de casi el 5% del primer semestre es aún más destacado si se tiene en cuenta que el pasado invierno no ha sido especialmente frío (el consumo energético en los hogares de la región se dispara sobre todo a causa de la calefacción) y que el calor no ha llegado a la región hasta julio. Todo indica, por tanto, que el repunte del consumo está ligado a la recuperación económica. Los hogares asturianos consumen más luz y ello aunque el precio sigue subiendo a pesar de las promesas del Gobierno. El recibo medio de electricidad experimentó una subida del 3,3% en julio con respecto al mes anterior, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Ese incremento se sumó al experimentado en el mes anterior, del 5,2%, y al de los meses de enero (3%), marzo (0,5%) y abril (1,8%). Tan sólo se registró caída en el recibo medio en los meses de febrero (5,4%) y mayo (1,5%).
Al igual que el consumo eléctrico, durante el primer semestre del año también aumentó en Asturias el gasto de gas natural. El consumo fue de 2.822.368 termias, el 2,4% más que en el mismo periodo del año anterior según Sadei.
