Corporación Ceslar, la entidad que agrupa las acciones de El Corte Inglés en manos de la familia del asturiano Luis Areces (fallecido en 2013 y hermano del fundador de la cadena, Ramón Areces) denunció ayer que el acuerdo suscrito con un inversor catarí perjudica a los actuales accionistas y advirtió de que está dispuesta a tomar medidas para revertirlo. Esta entidad tiene casi el 10% de las acciones de la cadena de distribución.

El grupo de accionistas considera que la operación, que dará entrada en el capital de El Corte Inglés al exprimer ministro de Qatar Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani, es "una maniobra para arrinconar a los accionistas tradicionales y blindar el poder del actual equipo gestor".

Corporación Ceslar hace hincapié en que la operación impide a los accionistas actuales ejercer su derecho de suscripción preferente sobre la autocartera, y lamenta que no se haya contado con ellos para realizar una ampliación de capital. Además, asegura que el acuerdo suscrito con el jeque catarí "supone una pérdida de valor inaceptable para los accionistas", ya que la valoración implícita está "por debajo de todas las estimaciones realizadas" y "muy por debajo" de los 18.000 millones de euros que la tasadora Tinsa concedió a sus activos inmobiliarios en 2013.

Mediante un comunicado, esta rama de la familia Areces sostiene que no era necesaria una nueva financiación para El Corte Inglés pero que, en todo caso, habría sido una opción mejor acudir al mercado de renta fija. Según Ceslar, los intereses del préstamo concedido por el inversor catarí están "muy por encima del mercado" y consideran que benefician al prestamista.