El precio del litro de gasóleo cae a cuentagotas en los surtidores asturianos. Mientras que el precio del barril de petróleo, arrastrado por los grandes fabricantes que se niegan a recortar su producción ante la expectativa de que la demanda despierte de su letargo, se derrumba, las grandes petroleras se resisten a recortar el precio de los carburantes para los usuarios, entre críticas de las organizaciones de consumidores y de algunos organismos reguladores. De agosto del año pasado para acá el crudo de calidad Brent, el que se extrae de los mares del Norte y que se usa como referencia en Europa, ha descendido un 56%, sin embargo, el combustible va con la marcha cambiada, y de un año para otro la caída fue sólo del 17%.

Según los datos que maneja el Ministerio de Industria, sólo hay tres surtidores en la región que hayan bajado el precio del litro de diésel por debajo del euro. Uno en Siero, otro en Gijón y un último en Ribadesella. Y eso que el barril de petróleo está en sus niveles más bajos desde 2005. El crudo Brent cerró el viernes cotizando a 45 dólares, debido al tremendo exceso de oferta que hay ahora mismo en el mercado. Hay más petróleo almacenado que nunca. Esto se debe a varios factores. Por un lado, a que China, el segundo mayor consumidor mundial, está pisando el freno en su consumo de combustibles. Y, por otro, al creciente número de pozos que se están abriendo en Estados Unidos y al estado de las reservas al otro lado del Atlántico, en su mayor nivel de las últimas ocho década. La negativa de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a reducir el bombeo también ha contribuido a que los precios hayan vuelto a caer en las últimas semanas.

El presidente en Asturias de la asociación empresarial de estaciones de servicio, Darío Rodríguez del Amo, asegura que estos niveles de precios se deben a una situación "coyuntural". Y a su entender, la cotización del crudo debería de volver a no muy tardar a estar en un rango entre los 65 y los 70 dólares por barril. Lo que podría hacer que el coste de los combustibles volviera a repuntar.

La bajada del crudo tarda en llegar a los consumidores, según los gasolineros, porque lo que más pesa sobre el litro de combustible son los impuestos. Sin embargo, un informe publicado hace unos días por la Comisión Nacional de Competencia sobre el funcionamiento del mercado mayorista achaca esta resistencia de las operadoras a reducir el precio de la venta al público de los combustibles a la "escasa" rivalidad entre las empresas que hay en este mercado en España. De hecho, este mismo organismo asegura que como el gasóleo se está abaratando a una velocidad más reducida de lo que lo hace el petróleo, el margen (la diferencia entre los costes y los ingresos) de las gasolineras en España subió en julio un 2,7%.

Este escenario se produce en uno de los momentos de más tránsito en las carreteras españolas. Con miles de desplazamientos de turistas. Y con la demanda de combustible comenzando a dar, poco a poco, síntomas de mejoría. Lo constatan los empresarios de las estaciones de servicio y lo reflejan ya algunas estadísticas. Los números recogidos, por ejemplo, por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI) aseguran que, hasta abril, el último dato que está disponible, el consumo de gasóleo de los asturianos subió ligeramente. La Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos de España (Cores), que publica de forma periódica estadísticas, también verifica una recuperación de las ventas cada vez más vigorosa. Según uno de sus últimos boletines, la demanda de combustible de automoción acumula doce meses consecutivos de crecimiento a nivel nacional. Y, últimamente, el volumen de ventas ha crecido ya de forma considerable. Un signo más de la recuperación económica que empiezan a mostrar los diferentes grupos de previsión económica.

Todo esto provoca que en el mercado se den situaciones tan extrañas como que ahora los combustibles cuesten en Asturias más que en enero. Sobre todo la gasolina. Cuando el barril de petróleo es en estos momentos algo más barato que a comienzos del año. En concreto, según el geoportal de hidrocarburos del Ministerio de Industria, el litro de gasóleo se paga ahora a una media de 1,11 euros por litro, un par de céntimos más que la media que se alcanzó durante enero. Esto supone que el "lleno, por favor" en los surtidores de la región es un euro más caro que por aquel entonces.

Más caro sale llenar el depósito de un turismo de gasolina. Este combustible cuesta ahora una media de 1,25 euros por litro, mientras que en enero se pagaba a 1,15. Diez céntimos menos. Llenar el depósito es ahora cuatro euros más caro.