El grupo siderúrgico Arcelor-Mittal fue ayer uno de los más castigados en la tormenta bursátil que nació en China. Sus acciones se despeñaron un 9,31%, el mayor retroceso del Ibex 35 y superior al registrado por la petrolera Repsol (-8,81%). El gigante del acero había expresado en más de una ocasión su temor a que las medidas que viene adoptando el Gobierno chino para reanimar su economía afectaran a su negocio.

Con las sucesivas depreciaciones del yuan, el Ejecutivo asiático persigue abaratar las exportaciones de su industria, lo que podría provocar que el mercado se inunde aún más de acero barato chino, tirando los precios y socavando la rentabilidad de Arcelor. En lo que va de año la cotización de las acciones de la siderúrgica ha caído más de un 26%.

Además de un importante productor, China es también el principal consumidor de acero y algunos organismos ya prevén que la demanda de este producto se contraiga en el país asiático por primera vez desde 1995. Arcelor, apoyado por la patronal comunitaria de esta industria, ha reclamado a la Unión Europea (UE) que ponga en marcha medidas para evitar la competencia desleal que llega desde China.

El resto de empresas asturianas cotizadas tampoco se libraron de la marejada. Las acciones de Duro Felguera sufrieron una caída del 8,79% al cierre de la sesión. La centenaria ingeniería asturiana registró uno de los mayores descensos del mercado continuo. También los títulos de Liberbank cayeron un 4,69%. Igual de intenso fue el retroceso que experimentó General de Alquiler de Maquinaria (GAM). Sus títulos se dejaron un 4,35%.

En el Ibex 35, el principal selectivo de la Bolsa española, sólo Abengoa consiguió escapar de las pérdidas generalizadas y logró cerrar con un alza del 3,33%. Por contra, Acerinox fue otra de las empresas que más sufrieron. Sus títulos descendieron un 5,6%, ya que, al igual que Arcelor, sus ventas se están viendo amenazadas por la expansión del acero barato chino.