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JUAN IGNACIO CRESPO CARRILLO | Matemático, experto en mercados internacionales

"Hay tres burbujas estallando en China: la bursátil, la inmobiliaria y la crediticia"

"El Gobierno de Pekín sigue diciendo que la economía crece al 7%, pero poca gente que conozca el país se lo cree"

"Hay tres burbujas estallando en China: la bursátil, la inmobiliaria y la crediticia"

Juan Ignacio Crespo (Madrid, 1950) es matemático de formación, estadístico de profesión y especialista en mercados financieros. En su carrera profesional ha estado tanto del lado de lo público como del de la empresa privada. Fue profesor en la Universidad Complutense, jefe del Gabinete de la Subsecretaría de Economía y Hacienda (1986) y ocupó posiciones directivas en Caja Madrid o Telefónica. Autor de varios libros sobre economía y comentarista asiduo en televisión, en su obra "Las dos próximas recesiones", publicada en 2012, predecía una crisis en los países emergentes como la que ahora se vislumbra.

-¿Qué le pasa a la economía de China?

-Tras un crecimiento muy fuerte en los últimos 35 o 40 años, el país tomó la decisión de liberalizar su económica, que ha ido mejorando a un ritmo descontrolado, elevadísimo. Ha pasado de ser una economía de inversión a una madura en la que el consumo es más importante. En el transcurso de ese cambio de modelo se han ocasionado problemas.

-¿Cuáles?

-Uno de ellos es que se consume menos acero, menos hierro, cobre... Y eso tiene un impacto muy negativo sobre los países emergentes que exportan materias primas de todo tipo. Por otro lado, en 2008 China tomó medidas muy drásticas en materia económica para evitar la recesión, estímulos similares al "plan E" español. Eran inversiones que, como aquí, se hicieron de una forma alocada y sin sentido, levantando glorietas con estatuas gigantescas y horrorosas y aeropuertos sin pasajeros. Y eso les está pasando factura.

-¿Y por qué ahora?

-Porque les están estallando tres burbujas a la vez. Una que es la bursátil, que es la más reciente; la inmobiliaria, ya que tienen un exceso de viviendas construidas que no tienen comprador, y la crediticia, por el alto endeudamiento tanto de las empresas como de entes públicos locales. Todo eso pinta un panorama de gran complejidad y a la vez provoca una crisis en los países emergentes, que son los proveedores de materias primas. Ése es el panorama que, de forma espectacular, están reflejando los mercados.

-¿El comportamiento de los mercados estos días está anticipando una nueva crisis?

-A veces los mercados son muy asustadizos. Hay caídas enormes y luego no pasa nada. Pasó en el año 1987, que hubo una enorme caída en la Bolsa, que se conoce como el crac del 87, pero luego no hubo una recesión. Pero siempre que hay un descenso así hay que ponerse en guardia, además cuando los precios de las materias primas caen de manera persistente rara es la vez que no se inicia una recesión.

-El Gobierno chino aprobó ayer una bajada de tipos de interés. ¿Cómo valora la acción del Ejecutivo asiático frente a esta crisis?

-Son las medidas típicas. Algo que se hace siempre cuando bajan las Bolsas de forma tan descontrolada es recortar los tipos de interés. También se ha bajado el coeficiente de reservas, que es la cantidad de dinero que los bancos tienen que tener depositado en el Banco Central, así el inmovilizado es menor y se presta más. Son medidas paliativas.

-¿Hay un frenazo en la economía china?

-Parece que ya lo ha habido. El Gobierno chino sigue diciendo que crecen al 7%, pero poca gente que conoce China se cree esas cifras. Hay muchas estimaciones que hablan de que el crecimiento puede estar en torno a un 3,5% o 4%, que ya lo quisiéramos para España.

-¿Cómo puede afectar la situación a España?

-Las empresas que exportan a China o que hacen negocios allí se verán afectadas rápidamente. Lo más importante es cómo nos pueda afectar de forma indirecta a través de Latinoamérica, por nuestros intereses allí. La que sí que puede verse tocada es Alemania, que se había convertido en uno de los principales exportadores a China.

-La industria asturiana se queja de que las devaluaciones pueden propiciar que el mercado europeo se inunde de acero o aluminio barato procedente de China. ¿Es una amenaza real?

-Ésa es la competencia de China a la que ya estamos acostumbrados, de productos baratos fruto de los salarios bajos que tienen. La devaluación del yuan no ha sido tan fuerte, sólo de un 5%; el problema es que todo el mundo está convencido de que es sólo el comienzo.

-¿El modelo político chino está en riesgo?

-Siempre que la economía va a peor aumenta también el malestar social y eso suele llevar a crisis de las instituciones, crisis políticas, como ocurre en España. Pero los ritmos de eso son muy difíciles de predecir. El poder en china deriva no de la democracia sino del bienestar económico y si éste se tambalea, entonces el poder también.

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