China se decidió a tomar ayer nuevas medidas de estímulo monetario. Tras el "lunes negro" que vivieron todas las bolsas internacionales, el banco central del país bajó los tipos de interés un cuarto de punto, hasta dejarlos en el 4,6% para los préstamos, y flexibilizó los requerimientos de caja de la banca para facilitar más liquidez al sistema. El objetivo es, según un comunicado de la entidad, "estabilizar el crecimiento". La institución, nada dada a la transparencia como todas las de China, hizo en ese mismo texto un reconocimiento de que la actividad del país está sufriendo menoscabo. Según una traducción, el eufemismo utilizado fue el siguiente: "El crecimiento económico chino está sufriendo una presión descendente".

Las previsiones oficiales de un crecimiento del producto interior bruto (PIB) chino en torno al 7% cada vez tienen menos crédito. Observatorios privados internacionales estiman que se está produciendo un frenazo más intenso a la luz de informaciones conocidas sobre la evolución del comercio exterior o la actividad fabril. Esa desconfianza fue uno de los factores que influyó en la caída global de las bolsas del lunes.

Ayer, se reprodujeron las pérdidas en los mercados del gigante asiático, con descensos del 7,61% en Shanghai y del 6,41% en Shenzhen, pero ese comportamiento no se contagió a las bolsas occidentales. Los mercados europeos rebotaron una media del 4%, presumiblemente animados por las decisiones del banco central de China. Aunque para algunos analistas, como los de Bankinter, la reacción de ayer, más que una respuesta a la acción de Pekin, consistió en un mero "rebote del gato muerto", en alusión a un dicho según el cual el mercado tiende a rebotar cuando cae al suelo desde gran altura.

El Ibex 35 español registró la mayor subida en dos meses, el 3,68%. En Europa, con el euro a 1,141 dólares, Milán subió el 5,86%; Fráncfort, el 4,97%; París, el 4,14%, y Londres, el 3,09%. En EE UU, Wall Street abrió con ganancias. La cotización del petróleo también se sobrepuso algo, con un repunte del 0,77% en la modalidad Brent, hasta los 43 dólares por barril.

La rebaja de tipos de interés oficiales en China es la quinta que se produce desde noviembre del pasado año. La medida entrará en vigor hoy. El día 6 de septiembre comenzará a aplicarse otra también orientada a favorecer el crédito y la inyección de más dinero en los mercados: una rebaja del coeficiente de caja que se exige a los bancos, lo que aumentará sus disponibilidades de liquidez.

La decisión del banco central ha sido interpretada como una respuesta para atenuar el nerviosismo de los inversores, que estaban reclamando una intervención más contundente de la autoridad monetaria. Durante las últimas semanas, Pekín ha restringido ciertas prácticas bursátiles y estimulado la inversión en renta variable, sin que tales medidas consiguieran frenar la salida de dinero de sus bolsas.